Desconcertada se encuentra la población de la ciudad de San Francisco en EE.UU, ante la crisis de inseguridad propiciada por colectivos de personas que se organizan por redes sociales para hacer robos relámpago en tiendas de lujo de la urbe californiana.
El hecho se hizo evidente cuando decenas de personas asaltaron comercios de lujo y dispensarios de marihuana en cinco ciudades de la región, famosa por ser la cuna del pacifismo de los sesenta y meca de las tecnológicas, reseñó el diario español El País.
Union Square, el corazón de esta urbe californiana, recibió un duro golpe criminal. Las boutiques de las marcas más exclusivas tuvieron que cerrar sus puertas después de haber sido saqueadas. Las que han abierto se encuentran resguardadas por patrullas de la policía. En la mente de muchos dependientes se repite un mismo temor. Esto volverá a suceder más pronto que tarde.
Gavin Newsom, gobernador de California, calificó la situación como “simplemente inaceptable”. El mandatario visitó San Francisco y confesó a la prensa que la tienda de la empresa de vinos y licores de la que es dueño, PlumpJack, ha sufrido tres intentos de robo este año. Newsom, que gobernó San Francisco entre 2004 y 2010, ha prometido una mejor coordinación entre las autoridades y el apoyo de una fuerza de apoyo especial para luchar contra las bandas de atracadores que llevan meses saqueando comercios en esta ciudad y en las localidades de Walnut Creek, San José, Hayward y Oakland.
San Francisco tiene históricamente uno de los índices más altos de robo a comercios dentro de California. El promedio estatal era, antes de la pandemia, de unos 2.000 por cada 100.000 habitantes. El de la ciudad se encontraba arriba de los 4.000. En la región se mezclan las inmensas fortunas de las tecnológicas con la miseria de los sin techo, un fenómeno que no retrocede a pesar del avance de la urbe.
Los comerciantes han desarrollado una alta tolerancia a este tipo de robos, pero los empresarios y las autoridades han notado con preocupación un patrón que no se había visto previamente.
Decenas de personas se organizan a través de las redes sociales y eligen el sitio donde darán el golpe. Este llega con forma de una turba armada con barras y martillos, con los que se rompen ventanas y escaparates.
Entra un ciclón donde cada persona toma lo que puede en pocos segundos, metiendo el botín en bolsas de basura. A la salida de las tiendas los esperan coches que huyen rápidamente.
“Tenemos información de que es un colectivo de personas, varios grupos que unen esfuerzos por aplicaciones de redes sociales para cometer estos atracos”, explicó el jefe de policía de San Francisco, LeRonne Armstrong. Ninguna de las empresas afectadas ha dado a conocer el monto del motín robado, pero se presume que es de varios miles de dólares.
Unos 80 asaltantes enmascarados irrumpieron en la tienda departamental Nordstrom en Walnut Creek, en el este de San Francisco. No pasaron del primer piso antes de huir en 25 automóviles. Un día antes, había sido el turno de la boutique de Louis Vuitton en Union Square, donde llegaron 40 personas. Una tienda de ropa en Oakland también fue saqueada por una treintena de vándalos. La fiscalía local ha iniciado un proceso criminal solo contra nueve personas detenidas. Una ley local hace más difícil el combate a este tipo de delito, ya que considera grave el hurto si el monto de lo robado supera los 950 dólares.
“Ni siquiera lo calificaría de crimen organizado, eso fue terrorismo doméstico”, dijo Rachel Michelin, presidenta de la Asociación de Minoristas de California a la cadena local de Fox tras la ola de asaltos sufrida el fin de semana.
Aunque parte de estas conductas pueden describirse como gamberradas, la policía ha alertado que algunos grupos operan con una abierta hostilidad ante las autoridades. El jefe de policía de Oakland explicó esta semana que los ladrones dispararon en más de 170 ocasiones el viernes 19 de noviembre cuando fueron encarados por agentes para impedir que entraran a la fuerza a vaciar dispensarios de marihuana.
La preocupación ha dado paso al escándalo. Recientemente, se hizo público un video donde una patrulla de policía observa, sin hacer nada, cómo tres asaltantes, que no estaban armados, huyen segundos después de salir de una tienda con bolsas llenas de mercancía. El material grabado por una cámara de seguridad ha encendido los ánimos en una comunidad que busca explicaciones en medio de esta ola alimentada en 2021 tras la reapertura gradual de los comercios tras los cierres obligados por la pandemia.
Otras noticias de interés: