Mientras organizaciones políticas sin fines de lucro y medios de comunicación tienen reacciones encontradas sobre el tema de la separación de miles de niños de sus padres, por las políticas migratorias sancionadas por el presidente norteamericano, Donald Trump, las instituciones que gestionan los centros de detención de inmigrantes en Estados Unidos viven su mejor momento.
El Gobierno norteamericano ha destinado grandes fondos para el sistema de detención de extranjeros, así es el caso del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, (ICE, por su sigla en inglés), el cual recibió casi 3.000 millones de dólares, solamente, en el año 2017.
Pero ¿qué significa para las empresas que aumente el flujo de cruces en la frontera suroeste? Bien, antes de las últimas acciones tomadas por Mandatario, en febrero de 2017, un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional anunció que estaban aumentando el número de camas disponibles para el ICE de 3.500 a 20.000, un incremento de casi 500%.
Un ejecutivo de Geo Group, una de las principales compañías de este sector, respondió: «Hay un incremento constante en los cruces fronterizos ilegales que creo que es similar al aumento sostenido del número de personas en nuestros centros de detención de inmigrantes con el ICE, y esperamos que eso siga incrementando nuestra tasa de ocupación y ofrezca oportunidades para nuevos contratos de centros».
Entre septiembre de 2016 y enero de 2017, el valor de las acciones en bolsa de estas empresas creció de forma notable en anticipación a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, cuyo discurso de “mano dura contra la inmigración” parecía mostrarles un panorama favorable para su negocio.
Fuente de ingresos sostenidos
La detención de inmigrantes no sólo es una fuente de ingresos para las compañías que administran los centros que les dan alojamiento. Bianca Tylek, directora del Corrections Accountability Project, uno de los centros de detención, aseguró que «existe una red completa de negocios privados que está sacando ganancias de la crisis migratoria. En el sector del transporte, por ejemplo, están las compañías que trasladan a los inmigrantes desde la frontera hasta los centros de detención”.
“En algunos casos, las empresas de transporte son propiedad de las mismas compañías dueñas de los centros de detención. Eso ocurre con Geo Group y CoreCivic, por ejemplo», indica Tylek.
“También hay importantes aerolíneas como American Airlines, Delta, Southwest, Frontier, Alaska Airlines y United que alquilan sus aviones para el traslado de los inmigrantes, pero que esta semana se desmarcaron de la política oficial y anunciaron su negativa a transportar a niños inmigrantes que hayan sido separados de sus familias” agregó la empresaria.
Un negocio en ascenso
Pero el negocio de dar alojamiento a los inmigrantes detenidos aún puede crecer más en los próximos meses, tras revocar la medida de separación de menores. La prensa estadounidense ha informado que el Gobierno quiere que las familias permanezcan juntas pero bajo un régimen de detención que aparentemente se extendería de forma indefinida hasta que los padres hayan sido procesados penalmente.
Por su parte, Liz Willis, cofundadora del Asylum Seeker Advocacy Project (Proyecto de Defensa del Solicitante de Asilo), una iniciativa que busca evitar las deportaciones indebidas dando apoyo legal a las familias que buscan refugio, aseguró que en la actualidad solamente hay un centro en Estados Unidos en el que se puede detener a los padres con los menores, y otros dos centros que solo pueden albergar a las madres con sus hijos.
Como no existe un espacio adecuado para el albergue de familias completas, de prosperar esta iniciativa impulsada por el Mandatario norteamericano, se abriría la oportunidad para crear y cobrar por nuevos centros para alojar a las familias detenidas, agregó Willis.