La Directora de la Academia Sueca, Sara Danius, responsable de otorgar el Premio Nobel de Literatura, renunció este jueves luego del escándalo que se generó producto del manejo realizado con respecto a las denuncias de hostigamiento y acoso sexual en contra del esposo de una de sus compañeras de trabajo en la institución.
Las denuncias se hicieron en contra del Jean-Claude Arnault, fotógrafo y dramaturgo francés, contra quien pesan al menos 18 denuncias de agresión sexual, esposo de Katarina Frostenson, quien también renunció este jueves producto del escándalo.
Tras la dimisión de Sara Danius, secretaria permanente, y la colegiada Katarina Frostenson en la institución que concede el Premio Nobel de Literatura, sólo quedan 11 de los 18 integrantes considerados en sus estatutos, lo cual imposibilitaría otorgar el galardón.
Según dispone la institución, de los 18 integrantes la Academia deben votar al menos 12 para designar a un nuevo miembro, que luego será sometido a la aprobación del rey sueco. En 2015, Danius se convirtió en la primera mujer en ser nombrada secretaria permanente de la Academia desde su fundación en el año 1786.
El anuncio de la dimisión de Frostenson lo hizo Anders Olsson, colegiado de ese jurado, en declaraciones a la prensa europea: ‘‘Creo que todos entendimos la seriedad de la circunstancia en la que nos encontramos».
En noviembre de 2017, debido a las denuncias por agresiones sexuales con apoyo del movimiento viral #Metoo, se logró revelar las conexiones entre la Academia y “un personaje del mundo de la cultura” de nacionalidad francesa: Jean-Claude Arnault, esposo de Frostenson.
En ese año el diario Dagens Nyheter publicó los testimonios de 18 mujeres que afirmaron haber sufrido violencia o acoso por parte del artista. A raíz de las acusaciones La Academia rompió relaciones con Arnault y finalizó los aportes financieros al local de exposiciones que el mismo dirige en Estocolmo, iniciando además una investigación interna sobre el asunto, cuyas conclusiones aún se desconocen. Sin embargo, pese al incidente, la institución reafirmó su confianza en su miembro Katarina Frostenson.
La decisión de mantener a Frostenson, generó inconformidad por parte de tres miembros quienes se retiraron a raíz del hecho, con lo cual el organismo comenzó a atravesar por una grave crisis dentro de sus filas que culminaría con las renuncias de Frostenson y la secretaria general Danius.
Según declaró Danius a AFP sobre su renuncia: «Era el deseo de la Academia de que dejara mi puesto de Secretario Permanente. He tomado esta decisión con efecto inmediato», sentenció.
La organización reveló a través de un comunicado que Frostenson también decidió dejar su puesto «con la esperanza de que la Academia sueca sobreviviera como institución».