Desde la organización anunciaron que revisarán los datos de seguridad de la aplicación de estos fármacos en pacientes con el nuevo coronavirus
La Organización Mundial de la Salud (OMS) suspendió temporalmente los ensayos clínicos de hidroxicloroquina y cloroquina como fármacos para tratar el COVID-19, según anunció este lunes 25 de mayo el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó Reuters.
Según el jefe de la organización, el grupo ejecutivo del organismo decretó una pausa temporal en ensayos para que los datos de seguridad sean revisados. No obstante, aclaró que dichos medicamentos son aceptados como seguros para su uso en pacientes con enfermedades autoinmunes o malaria.
Las medidas llegan después de que el pasado viernes 22 de mayo un estudio multinacional publicado en la revista The Lancet indicara que la hidroxicloroquina y la cloroquina no aumentan, sino que reducen notablemente las posibilidades de supervivencia en pacientes con coronavirus.
«No pudimos confirmar un beneficio aportado por la hidroxicloroquina o cloroquina, cuando se usan solos o con un macrólido. […] Cada uno de estos regímenes farmacológicos se asoció con una disminución de la supervivencia en el hospital y una mayor frecuencia de arritmias ventriculares cuando se usa para el tratamiento del COVID-19″, advirtieron los médicos.
El grupo ejecutivo de la OMS se reunió el pasado sábado y acordó realizar un análisis exhaustivo y una evaluación crítica de todas las pruebas disponibles a nivel mundial para evaluar adecuadamente los posibles beneficios y daños de estos medicamentos.
Uno de estos fármacos —la hidroxicloroquina— figura en el tratamiento preventivo del presidente de EE. UU., Donald Trump, según anunció el propio mandatario el pasado 18 de mayo.
Trump explicó que toma este fármaco, usado contra la malaria y el lupus, con el objetivo de disminuir los posibles síntomas en caso de contraer el coronavirus. Tras la fuerte reacción de varios expertos —que alentaron a abstenerse del uso de dicho medicamento, ya que su eficacia durante el COVID-19 no estaba confirmada—, el presidente aseguró el miércoles que pondría fin a su controvertido tratamiento con hidroxicloroquina «dentro de uno o dos días».
El médico personal del mandatario, Sean P. Conley, defendió el uso de la hidroxicloroquina, afirmando que «el beneficio potencial del tratamiento superaba los riesgos relativos».
Sin embargo, las cifras del nuevo estudio reflejaron lo contrario. Según el resultado de la investigación, la tasa de mortalidad entre pacientes con COVID-19 que fueron tratados con hidroxicloroquina es un 18 %-23 % más alta en comparación con los enfermos que no tomaron este fármaco.
Fuente: RT.