6 de noviembre de 2024. El expresidente Donald Trump conquistó ayer los comicios estadounidenses, abriéndose paso para convertirse en el presidente número 47 de los Estados Unidos de América.
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Mientras este artículo se redacta, a las 6.00 am hora del centro de México, la mayor parte de los estados de la Unión Americana se configuran hacia el cierre de sus conteos, con 39 estados mostrando tendencias irreversibles hacia el Partido Republicano y solo 10 hacia el Partido Demócrata.
Hasta el momento, la agencia Associated Press (AP) ha reportado 277 votos electorales para Donald Trump, 7 más de los requeridos por el Colegio Electoral para ganar la presidencia. Es digno de resaltar que entre los estados en los que el republicano predominó se encuentra Pennsylvania, la «joya de la corona» que otorga 19 votos electorales, donde Kamala Harris presentó su discurso de cierre de campaña.
En contraste, la demócrata apenas alcanza 224 votos electorales. Con 144,621,670 votos reportados, la tendencia se pronuncia como irreversible. Así lo acreditan también conglomerados mediáticos como The New York Times, Washington Post y Reuters. Por si fuera poco, Trump asegura en este momento una ventaja de 5 millones en el voto popular.
«América nos ha conferido un poderoso e inédito mandato«, declaró Trump durante las primeras horas de este miércoles desde el Centro de Convenciones en Palm Beach, Florida.
Kamala Harris, por su parte, aún no se pronuncia, aunque se espera que lo haga en las próximas horas. Con una campaña empezada a destiempo, por la obstinación inicial del Partido Demócrata de volver a postular a Joe Biden a pesar de su evidente precariedad cognitiva, Harris no consiguió desmarcarse de manera convincente de las políticas de Biden. Hace unas semanas, cuando en el programa The View le preguntaron qué medida de las que ha asumido Biden ella la hubiera abordado de manera diferente, solo atinó a decir: «No hay algo que me venga a la mente». Tras el tropiezo, agregó de manera atropellada: «Pondría un republicano en el gabinete federal». De alguna forma, Harris cumplió esa promesa.
Tras una campaña en la que predominó la retórica del resentimiento, el magnate de los bienes raíces se convertirá en el primer estadounidense en ganar dos presidencias no consecutivas. Tanto el pueblo estadounidense como la comunidad internacional permanecen a la expectativa ante la configuración en el panorama inmediato de la deportación masiva de inmigrantes indocumentados, la imposición de altos aranceles a las importaciones y la retribución judicial contra todos sus adversarios en el ámbito partidista, y también contra los medios de comunicación, todas ellas promesas enarboladas a lo largo de la campaña Trump.
Ante este panorama, diversos medios tanto estadounidenses como de otros países coinciden señalar que esta coyontura abre un periodo de incetridumbre en el ámbito en el ámbito social y financiero, entre muchos otros.
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