Este martes, el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump quedó formalmente bajo arresto luego de presentarse en un juzgado federal de Miami, Florida, para una audiencia respecto al proceso en su contra por sustraer y manipular documentos clasificados del gobierno de la nación norteamericana.
Bajo el resguardo de agentes del Servicio Secreto, Trump llegó a la Corte, donde el magistrado federal Jonathan Goodman notificó al exmandatario sobre los 37 cargos que le imputan, 31 de los cuales corresponden al delito tipificado como retención deliberada de información de defensa nacional. Los restantes se engloban en conspiración para obstruir a la Justicia, ocultación de manera «corrupta» de un documento o registro, ocultación de un documento en una investigación federal, plan para ocultar y declaración y representación falsas.
Luego de leerle los 37 cargos, la autoridad procedió con el formal arresto y quedó detenido oficialmente por agentes del FBI quienes le tomaron la fotografía y sus huellas digitales como parte del procedimiento.
De acuerdo con los antecedentes, Trump habría almacenado cajas en varios lugares de su residencia, como su dormitorio o una de sus oficinas, aunque también se llegaron a encontrar en el baño y en la ducha. Trump enseñó páginas marcadas como clasificadas en hasta dos ocasiones a varias personas, mientras que también ordenó a su asistente, Walt Nauta, quien también está imputado, que moviera los papeles de un lado a otro para que no fueran encontrados.
A pesar de las evidencias, el ultraderechista mantiene la hipótesis de que es víctima de una «caza de brujas» en su contra», como parte una interferencia electoral» dada su intención de aspirar de nuevo a la presidencia en 2024.
Por los cargos en su contra, podría enfrentar severas condenas. El documento de imputación que consta de 49 páginas, plantea que los delitos de obstrucción a la Justicia y conspiración se castigan con hasta 20 años de cárcel, más allá de los 250.000 dólares de la potencial multa. Otros delitos, como la conspiración para ocultar esos documentos, podría resultar en una pena de 5 años entre rejas, más otra multa de 250.000 dólares.
Está previsto que el exmandatario se declare “no culpable”, por lo que posteriormente será puesto en libertad condicional e inmediatamente reactivará sus actividades como candidato a la nominación presidencial republicana.
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