El propietario de la Galería Foster Gwin, Collier Gwin, quien agredió rociando agua con una manguera a una mujer en situación de calle el mes pasado debía comparecer este viernes ante un Tribunal de San Francisco (EE.UU.), pero la audiencia se pospuso hasta marzo.
Después de que se publicara el siguiente video del incidente, cuya acción se volvió viral, la fiscal Brooke Jenkins presentó cargos por delitos menores de agresión contra el propietario de la galería.
La lectura de cargos contra Gwin estaba programada para el viernes 17 de febrero, sin embargo, el abogado de Gwin solicitó que la audiencia se pospusiera hasta el 23 de marzo.
Además, según los informes, el juez del caso ordenó a la defensa y a la oficina del fiscal de distrito que resuelvan los detalles para una orden de protección, presumiblemente con la idea de impedir que Gwin tenga más contacto con la mujer sin hogar.
Las lecturas de cargos generalmente implican que se presenten declaraciones, y aún no sabemos cómo se declarará Gwin, si culpable o inocente. La fianza también se puede fijar en la audiencia, pero sabemos que Gwin ya pagó una fianza de $2500 dólares después de su arresto en enero, por lo que probablemente estará libre hasta su próxima cita en la corte.
La mujer en situación de calle se negó a presentar cargos, pero cuando el caso se convirtió en una disputa mediática, la fiscal Jenkins presentó cargos por delitos menores de agresión. “La supuesta agresión a un miembro sin hogar de nuestra comunidad es completamente inaceptable”, dijo Jenkins en un comunicado. “Gwin enfrentará las consecuencias apropiadas por sus acciones”, expresó la autoridad judicial.
Asimismo, el hombre causante de la agresión dijo: “Me resulta difícil disculparme cuando no hemos tenido ayuda en esta situación (…) Hemos llamado a la policía. Debe haber 25 llamadas registradas”.
Por su parte, Trena Hamidi, copropietaria de un bar al lado de la galería, le dijo a CNN que se indignó cuando vio el video, aunque reconoció que la mujer en situación de calle ha causado problemas en el pasado, incluyendo gritar obscenidades.
“La ciudad debe tomar medidas y hacer algo para brindarles a estas personas el apoyo y la ayuda que necesitan, no alejarlos unas pocas cuadras (…) Esa no es la solución”, expresó Hamidi.