El ataque, en el que un civil también resultó herido, fue llevado a cabo por al menos dos francotiradores armados con rifles en el distrito financiero de la ciudad, informaron las autoridades.
Tres personas están bajo arresto y un hombre que estuvo intercambiando disparos con la policía aparentemente murió luego de dispararse a sí mismo, según reportes de medios locales. Entre los agentes heridos, algunos se encuentran en condición crítica.
Según cifras del National Law Enforcement Officers Memorial Fund, se trata del día más letal para las fuerzas del orden en Estados Unidos desde el 11 de septiembre de 2001. Ese día murieron 72 agentes.
Las autoridades inspeccionaron el centro de la ciudad para determinar si había explosivos, después de que un sospechoso dijera que había «plantado» bombas.
Max Geron, funcionario de la policía, señaló que tras dos búsquedas no se han encontrado explosivos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó la muerte de los cinco agentes y calificó lo ocurrido como un ataque «vicioso, calculado y despreciable» contra la aplicación de la ley.
«No tiene justificación alguna», dijo Obama, quien se encuentra en Polonia para participar en la cumbre de la OTAN.
«Una docena de tiros»
El tiroteo comenzó el jueves a alrededor de las 20:45 hora local de jueves (01:45 GMT de este viernes) a medida de que los manifestantes marchaban por la ciudad.
Según testigos que hablaron a los medios locales, durante la protesta se escucharon alrededor de una docena de tiros.
«No sabíamos de dónde venían los tiros. No vi que más nadie, aparte de lospolicías, recibiera los disparos. Sólo les dispararon a policías», dijo uno de los participantes de la manifestación.
El jefe de la policía local ,David O. Brown, dijo que se cree que los atacantes operaron de forma coordinada y que usaron rifles para perpetrar el ataque mientras que la manifestación se desarrollaba.
Según Brown, los francotiradores se posicionaron de forma triangular para rodear a los agentes policiales en el momento del ataque.
El funcionario dijo que parecía que los atacantes planearon herir y matar a tantos agentes como podían.
Luego del ataque, la policía mantuvo acorralado durante varias horas a uno de los sospechosos en el segundo piso de un garaje de un edificio en el centro de Dallas.
Brown dijo que el sospechoso no quiso cooperar con los negociadores y estuvo intercambiando disparos «durante 45 minutos».
Según el jefe policial, el sujeto dijo que seguiría matando a más policías.
El sospechoso también les dijo a los agentes que «el final se acerca» y que había bombas puestas en los alrededores del edificio y por toda la zona.
«Es por eso que estamos siendo muy cuidadosos con nuestra táctica. No queremos que se comprometa a los ciudadanos ni a la policía», advirtió el jefe de la policía de Dallas.