La tensión se aviva en Oriente Próximo por la arremetida del Gobierno de Estados Unidos contra Irán. Este jueves 9 de mayo, la Casa Blanca desplegó un portaviones en el golfo Pérsico en un intento directo de intimidar a Teherán.
De acuerdo con el reporte de agencias internacionales, el portaviones Abraham Lincoln cruzó el Canal de Suez en Egipto.
Las operaciones las controla el agregado militar de la embajada de Estados Unidos, Ralph Groover, y se producen después de la advertencia que lanzó a inicios de semana el asesor de Seguridad Nacional de Washington, John Bolton.
Según Bolton, la administración de Donald Trump estaba enviando un portaviones y varios bombarderos al Oriente Medio para «responder» a posibles ataques de Irán, reseñó Sputnik.
Sin embargo, lo que se esconde detrás de esta nueva acción es un movimiento más de una estrategia del Gobierno de EE. UU. para reforzar su cerco contra Irán.
Este miércoles, Trump anunció más sanciones económicas contra Teherán. Esta vez dirigidas a los sectores del acero y la minería.
Respaldado por su aliados en la región, Arabia Saudí e Israel, Trump persigue el objetivo de disminuir a cero la influencia iraní. En mayo de 2018, anunció el retiro de su país del programa nuclear, la excusa perfecta para retomar las restricciones económicas contra Teherán, dirigidas especialmente a boicotear sus exportaciones de petróleo.
El jueves 2 de mayo culminaron las exenciones a la compra de crudo iraní que Washington concedió a sus principales receptores cuando, en noviembre del año pasado, reimpuso las sanciones. Lo que significa un gran desafío para las ventas de Irán, país al que el secretario general de la OPEP, Mohamed Barkindo, reiteró su apoyo.
Tras las nuevas sanciones anunciadas el miércoles, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Abbas Musavi, dijo que EE. UU. debe «rendir cuentas» por la aplicación de estas restricciones.
«Estas sanciones, como otras sanciones unilaterales por parte de Estados Unidos, contravienen los principios básicos y las normas de las relaciones internacionales. La obligación está sobre el régimen de Estados Unidos para compensar por los daños», dijo.
Por su parte, el Gobierno iraní ha sido claro con los demás firmantes del pacto nuclear (Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania). A los países europeos les dio 60 días para negociar y fijar nuevos términos o, de lo contrario, detendrá las modificaciones en el reactor de Arak, cuyo objetivo es impedir la producción de plutonio de uso militar, refirió Sputnik.