La Casa Blanca no piensa dar tregua a los migrantes. Este martes, el nuevo director interino del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), Mark Morgan, informó que evalúan opciones para arrestar y deportar a las familias de inmigrantes que han pasado por sus procedimientos legales y recibieron «orden final de expulsión» de Estados Unidos.
“Creo que no podemos eximir a nadie. Eso incluirá a las familias”, aclaró el funcionario en declaraciones a los medios.
Según el planteamiento de Morgan, esta medida serviría para que los demás migrantes pierdan el interés o los incentivos para viajar a territorio estadounidense.
A menudo, las familias son liberadas en el país después de su detención, dado el límite de tiempo en que los niños pueden estar bajo custodia del Gobierno, reseñó CNN.
Morgan fue designado en el cargo a principios de mayo. Fue un antiguo jefe de la policía de fronteras y Trump lo recuperó este año después de descartarlo en los primeros días de su Gobierno.
Es uno de los pocos excargos de Barack Obama que ha salido públicamente a apoyar la idea de construir un muro en toda la frontera sur, como quiere Trump, refirió El País.
A finales de 2018, Trump amenazó en reiteradas ocasiones a los migrantes centroamericanos, envío sus tropas a la frontera sur con México y limitó las solicitudes de asilo.
En un claro endurecimiento de su política antiimigrantes, el Mandatario firmó una Orden Ejecutiva en la que impidió que la protección se conceda a quienes ingresan al país de manera irregular.
A mediados de febrero de este año, el mandatario anunció la firma de la declaración del «estado de emergencia» en su país, con el único objetivo de financiar el muro que quiere construir en la frontera con México.
Lo hizo después de que la Cámara de Representantes y el Senado aprobaran un paquete presupuestario para garantizar la financiación de la Administración hasta, al menos, septiembre, pero sin otorgar los 5.700 millones de dólares que tanto pide el Mandatario, reseñó El País.