En general han desaparecido 15.600 piezas de equipos, entre ellas sistemas de armas sensibles, dispositivos de encriptación, de comunicacion, y vehículos. No se sabe si los equipos terminaron en manos de los Talibán o si fueron destruidos o, simplemente, se extraviaron.
La falta de equipos militares se hizo evidente durante una revisión de inventario interna del Departamento de Defensa en la que no se precisa cómo se produjeron las pérdidas, si bien está claro que hubo varios problemas con la supervisión, la contabilidad y el mantenimiento de registros, informa el diario británico ‘ The Telegraph’.
La brigada militar responsable del abastecimiento del ejército en Afganistán falló a la hora de informar sobre el momento en que se produjeron las pérdidas, lo que elevó el riesgo de no que fueran recuperadas. Además, el informe destaca que nadie fue responsable por lo ocurrido. El Pentagono tiene que contratar personal con más experiencia y encontrar oficiales más capaces para los departamentos responsables del equipamiento, reza el informe.
La pérdida aumentará el costo de la retirada de los militares estadounidenses de Afganistán, que asciende a 7.000 millones de dólares. Sin embargo, no se descarta que algunas piezas puedan ser halladas durante la retirada.