Aún sin el cargo asumido, el presidente electo de EEUU, Donald Trump, protagonizó este martes el primer enfrentamiento con los legisladores de su partido. El multimillonario criticó a los republicanos del Congreso por su maniobra para tratar de restar poder a una entidad independiente de ética que investiga las acusaciones de mala conducta contra los congresistas y su personal.
Trump recurrió a Twitter, como suele hacer habitualmente, para cuestionar que los legisladores de su partido, «con todo en lo que el Congreso tiene que trabajar», hagan una «prioridad» «debilitar» la llamada Oficina de Ética del Congreso (OCE), a pesar de «lo injusta que pueda ser».
«¡Céntrense en la reforma tributaria, la asistencia sanitaria y tantas otras cosas de una importancia mucho mayor!», urgió Trump a los republicanos del Congreso. El magnate finalizó su último tuit sobre el tema con las siglas «DTS», abreviatura de «Drain the Swamp» («Drenar el pantano»), su eslogan de campaña contra la corrupción en referencia al mundo de la política en Washington.
En sus tuits, Trump no censura como tal la maniobra de los republicanos para «debilitar» la OCE, al reconocer que es posible que sea una entidad «injusta», como consideran algunos legisladores conservadores, sino el hecho de que estén dando prioridad a ese asunto en el Congreso frente a otros, a su juicio mucho más urgentes.
Los republicanos de la Cámara Baja votaron a última hora del lunes a favor de restringir significativamente el poder de la OCE.
La votación, a puerta cerrada y sin previo aviso, se produjo durante una reunión en la que los principales líderes republicanos del hemiciclo, Paul Ryan y Kevin McCarthy, se opusieron a esa medida, que será sometida este miércoles a voto en el pleno.
Ford sustituye inversión en México por otra en EEUU
La empresa automotriz Ford anunció este martes que cancela un plan por 1.600 millones de dólares para construir una nueva planta en México, y en su lugar, invertirá 700 millones de dólares en la expansión de la planta de Flat Rock, ubicada en Michigan, al norte de Estados Unidos.
En un comunicado, Ford informó que producirá la nueva generación del modelo Focus en México, pero serán construidos en una planta existente de montaje en Hermosillo, no en una instalación nueva como estaba previsto. La compañía dijo que la decisión se tomó «para mejorar la rentabilidad de la compañía», y que invertirá 700 millones de dólares en la fábrica estadounidense de Flat Rock.
El director ejecutivo de Ford, Mark Fields, afirmó que la decisión es un “voto de confianza” para el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, aunque señaló que no hizo ningún trato con él, a pesar de que el director de la firma, Bill Ford, conversó con Trump en la mañana de este martes.
El magnate había criticado a la empresa, al igual que a su competidora General Motors, por importar vehículos desde México.
Ante el anuncio, el peso mexicano cayó a su nivel más bajo, con una pérdida de casi un 0,7%, a 20,88 unidades por dólar. Al contrario de las acciones de la automotriz, las cuales subieron en el mercado estadounidense un 2,5%, que se traduce en 12,43 dólares.