Las amenazas que la semana pasada lanzó el ejecutivo estadounidense, encabezado por Barack Obama, se cumplieron este lunes al romper el diálogo con el gobierno ruso para buscar un pacto de paz para Siria a raíz de la ofensiva rusa y siria en la ciudad de Alepo, bajo control de los opositores al régimen de Bashar Al-Assad. La Casa Blanca acusó a Moscú de no cumplir los compromisos acordados en las negociaciones para poner fin a más de cinco años y medio de guerra civil.
La Casa Blanca, en un comunicado, indicó la semana pasada que estaba al «borde» de una ruptura con la administración rusa en las negociaciones sobre un posible alto el fuego en territorio sirio: «Estados Unidos va a suspender su participación en los canales bilaterales que fueron establecidos con Rusia para mantener el cese de hostilidades», afirmó en un comunicado el portavoz del Departamento, John Kirby, y añadió que «la decisión no se ha tomado a la ligera». Eso, luego de que la semana pasada Rusia destruyera dos hospitales y provocara la muerte de centenares de civiles.
Washington retirará el personal militar que había desplegado sobre el terreno para coordinar los ataques conjuntos con Rusia contra grupos yihadistas en Siria.
La Cancillería de Moscú lamentó la decisión de EEUU y agregó que Washington está tratando de responsabilizar a Rusia del incumplimiento de la tregua: «Lamentamos esta decisión de Washington», expresó la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova.
Subrayó que los estadounidenses tras «fracasar en cumplir con los acuerdos que implementó, está tratando de pasarle la responsabilidad a otros».
Rusia termina acuerdo para eliminar plutonio del uso militar
Por su pare, el presidente de Rusia, VladImir Putin, firmó un decreto para suspender el Acuerdo de Gestión y Disposición de Plutonio (PMDA, por su sigla en inglés) suscrito con EEUU en el año 2000, que establecía que EEUU y Rusia eliminarían cada uno al menos 34 toneladas métricas de plutonio de uso militar (cantidad suficiente para producir 17 mil ojivas nucleares).
La decisión se debió a «la amenaza que presentan para la estabilidad estratégica las acciones inamistosas de EEUU con respecto a Rusia», y la incapacidad de Washington de garantizar el cumplimiento de las obligaciones derivadas del acuerdo, explica el documento. Llegó a su fin, así, un acuerdo firmado hace más de 15 años en el marco de la distensión entre ambos países, después de la Guerra Fría.
El Ejecutivo ruso también exige al Gobierno estadounidense cambiar su postura agresiva hacia Rusia e incluir el levantamiento de las sanciones antirrusas y la recompensa por todos los daños ocasionados por las restricciones económicas.