En esta semana el aborto es objeto de un referéndum en Irlanda y de un procedimiento judicial en Corea del Sur, pero sigue estando prohibido en veinte países del mundo.
En Corea del Sur, la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) es ilegal excepto en caso de violación, incesto o amenaza para la salud de la madre, el Tribunal Constitucional examinará en los próximos días un recurso contra esta ley de 1953 muy poco aplicada en la actualidad.
En el resto del mundo, el aborto está prohibido en El Salvador, Nicaragua, Honduras, Surinam, Haití y República Dominicana en América; Egipto, Gabón, Guinea- Bisáu, Madagascar, Mauritania, República del Congo, República Democrática del Congo (RDC) y Senegal en África; Filipinas, Palaos y Laos en Asia.
Muchos otros países imponen fuertes restricciones. El aborto es posible sólo en caso de peligro para la vida de la madre en países como Guatemala, Paraguay, Venezuela, Costa de Marfil, Libia, Uganda, Sudán del Sur, Irak, Líbano, Siria, Afganistán,
Yemen, Bangladés, Birmania y Sri Lanka. En septiembre de 2017, Chile puso fin a 30 años de prohibición total del aborto, ahora autorizado en tres casos: riesgo para la vida de la madre, violación e inviabilidad del feto.
En Brasil, el acceso al aborto, ya de por sí muy limitado -en caso de violación, riesgo para la madre o grave malformación del feto- está amenazado por un proyecto de ley que podría excluir estos supuestos.
Las mujeres de Europa y América del Norte son las que se benefician de legislaciones más liberales, con algunas excepciones notables. En el Reino Unido, es ilegal en Irlanda del Norte, incluso en caso de violación, incesto o malformación grave del feto. Está autorizado sólo si el embarazo amenaza la vida