La aventura proteccionista del Gobierno de Estados Unidos tiene el mercado global tambaleando desde mediados de 2018. El presidente Donald Trump se afincó contra China con su política de arancele, pero también apuntó a la Unión Europea y ahora a México.
Los riesgos de estas decisiones del mandatario estadounidense son cada vez mayores. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtió esta semana que los gravámenes más recientes entre Washington y Pekín podrían reducir aún más la inversión, la productividad y el crecimiento.
«La propuesta de aranceles que acabamos de conocer de EE. UU. sobre importaciones a México son también una preocupación«, señaló la representante del organismo.
Por eso, comunicó a los países miembros del G20, cuyos presidentes se reunirán el 28 y 29 de junio en Japón, que la «prioridad inmediata es resolver las actuales tensiones comerciales, mientras se lleva a cabo la modernización del sistema comercial internacional».
Lagarde agregó que la preocupación por este escenario complejo podría reducir el crecimiento económico global para 2020, reseñó el Diario Financiero.
Precisó que la caída del PIB mundial podría ser de medio punto porcentual el próximo año, lo que equivale a 455.000 millones de dólares.
En abril, por la misma turbulencia comercial, el Fondo redujo sus previsiones de crecimiento global al 3,3 % para 2019, refirió EFE.
Ensañamiento contra China
En enero del año pasado Washington impuso aranceles del 30 % a los paneles solares chinos, pero la guerra comercial se desató cuando en marzo estableció tasas al aluminio (25 %) y al acero (10 %).
Desde diciembre de 2018, el foco de la guerra está en el gigante tecnológico chino Huawei, porque Trump pidió a Canadá detener a la directora financiera de la compañía, Meng Wanzhou, y la orden se cumplió.
Después de varias amenazas y de dimes y diretes, el mandatario actuó a mediados de mayo e incluyó a Huawei en la «lista negra» de empresas con las que las firmas estadounidenses no pueden hacer negocios sin permiso del Gobierno.
La medida más reciente la tomó el mandatario estadounidense en mayo cuando elevó los aranceles del 10 % al 25 % a importaciones chinas por valor de 250.000 millones de dólares.
Caso México
La disputa con México arrancó el pasado 31 de mayo, cuando Trump anunció la imposición de aranceles de 5 % a los productos mexicanos para «presionar» al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador a que «frene» la migración ilegal.
Se tiene previsto que las tarifas entren en vigor el lunes 10 de junio. Para evitarlo, desde el miércoles una delegación mexicana negocia en EE. UU. una salida para frenar la imposición de las tasas.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, se reunió con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y otros altos funcionarios del país, para abordar el asunto. Esa reunión se llevó a cabo de manera «cordial», cerró sin acuerdos. Después de que finalizó la jornada, Trump anunció que las negociaciones seguirían este jueves en Washington.
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