Controversia ha causado una publicación del diario español El País sobre un fotógrafo de la Alemania nazi que era considerado como una víctima del Holocausto Judío. Se trata de Franz Anton Stapf, nacido en Frankfurt, simpatizante de Hitler, que a lo largo de su vida se desarrolló capturando imágenes de las calles en la ciudades europeas. Algunas de estas, también, aparecen en la de la época catastrófica.
El nombre del fotógrafo estaba tallado sobre un monumento de Hollandsche Schouwburg, un teatro viejo de Amsterdam, lugar en el que se tramitaban las deportaciones durante la Segunda Guerra Mundial. Y ese no era el único espacio en el que se le conmemoraba; en Jerusalén, en el Yad Vashem –Centro Mundial para el Recuerdo del Holocausto–, también aparecía.
Según informa El País, este hombre falleció en Alemania en 1977. Sin embargo, su rastro es confuso a partir de 1960, casi quince años de terminada la Segunda Guerra. Erik Somers, investigador del Instituto para el Estudio de la Guerra, el Holocausto y el Genocidio, habló con El País y dio algunos motivos de esta inusual aparición de Stapf en memoriales.
“En 1950, el expediente de Stapf rezaba terminado, lo que pudo interpretarse en la posguerra como desaparecido o muerto. Una década después, se elaboró una lista oficial para homenajear a los judíos muertos, con unos 100.000 nombres por cotejar, entre ellos el suyo. Aunque se indagó en su pasado, no se encontró nada. De modo que cerraron el caso”, dijo.
Además, el experto aclaró que el Stapf hizo fotos de la ciudad hasta 1941, momento en el que “se unió a las tropas nazis y regresó a Amsterdam, herido, en 1943. Una vez curado, marchó de nuevo a luchar a Rusia y Polonia. En 1944 es dado por desaparecido, pero suponemos que su esposa, hijos y hermana regresaron a Alemania sin daños”.