El intervencionismo de EEUU en las protestas anti-rusas de Armenia

Si creyéramos ciegamente lo que dicen los medios corporativos estadounidenses, habría que referirse a las últimas protestas en Armenia como claras manifestaciones de “anti-Putinismo” y clamor popular contra las políticas del gobierno ruso, afirma el investigador Tony Cartalucci en el sitio web New Eastern Outlook.

Sin embargo, hay una serie de datos que levantan preguntas.

“La verdad es que las protestas son lideradas por los mismos agentes de EEUU que fueron expuestos en el auge de las manifestaciones del ‘Ereván Eléctrico’ (contra el aumento de los precios de la electricidad) a mediados de 2015, que buscaban socavar y derrocar al actual gobierno de Armenia en favor de un frente político pro-occidental más inclinado a Wall Street, Londres y Bruselas”, afirma Cartalucci.

Una de las recientes demostraciones callejeras fue encabezada por el activista Davit Sanasaryan y consistió en lanzar huevos a la embajada de Rusia. Sanasaryan es un político opositor del Partido Heritage que participó en el ‘Ereván Eléctrico’ y está asociado con la National Citizens Iniciative (NCI) de Armenia.

El NCI recibe fondos de la ONG estadounidense National Endowment for Democracy (NED) para sus conferencias, una de las cuales se realizó en abril de 2011 para «favorecer el intercambio de conocimientos» entre armenios y agrupaciones civiles del este de Europa.

Según Cartalucci, “considerando que la NED de EEUU es presidida por representantes corporativo-financieros pro-bélicos, por supuesto que desarrollar las capacidades de las organizaciones civiles de Armenia no estuvo en la agenda. Por el contrario, fue crear un activo que pudiese controlar a Armenia en favor de intereses extranjeros”.

Además de su vínculo con NED, Sanasaryan también forma parte del directorio del Armenian Institute of International and Security Affairs (AIISA), un think-tank directamente financiado por el mismo organismo intervencionista que incluso lo ha premiado.