Tras la operación de colon a que se sometió el papa argentino Francisco, fuentes de El Vaticano aseguraron que el pontífice «se encuentra en buen estado general, alerta y respirando espontáneamente».
El Pontífice que fue operado con éxito del colon, «está en buen estado» y deberá permanecer internado al menos siete días en el hospital Policlínico Gemelli de Roma, informó el Vaticano.
La cirugía de estenosis diverticular realizada la noche del 4 de julio (…) duró alrededor de 3 horas. Se espera una estancia hospitalaria de unos 7 días, salvo complicaciones», informó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, en su primer boletín médico de la jornada sobre la salud del pontífice argentino, de 84 años.
El papa fue sometido a una operación por una dolencia del colon que afecta sobre todo a las personas de edad avanzada, y que había sido programada con antelación.
Por primera vez desde que fue elegido en el cónclave del 2013, el Papa fue hospitalizado para una operación programada por una inflamación de colon, una dolencia de la que nadie sabía nada hasta que la oficina de prensa del Vaticano la comunicó el mismo domingo.
Se trata de unas pequeñas dilataciones a lo largo del colon que pueden obstruir total o parcialmente el intestino, pero los médicos consideran que es una intervención relativamente sencilla que consiste en extirpar el lugar inflamado del colon. Según comunicó por la noche la Santa Sede, el Papa “ha reaccionado bien” a la intervención, para la que ha necesitado anestesia general.
El Papa llegó a primera hora de la tarde al hospital, sin escolta y acompañado solo por su chofer y un colaborador. La intervención fue dirigida por el médico Sergio Alfieri, jefe de la unidad de cirugía digestiva del centro hospitalario.
El Policlínico Gemelli es el centro que habitualmente trata a los papas, y hay una parte de su décima planta que está reservada permanentemente para ellos. Benedicto XVI nunca fue ingresado allí, pero sí en muchas ocasiones Juan Pablo II, que bromeaba que el centro era el segundo Vaticano.
El Pontífice apareció con buen aspecto cuando se asomó a la plaza de San Pedro para el tradicional Ángelus de cada domingo, su única cita pública durante este mes de julio en que reduce sus apariciones en del Vaticano, y durante la cual anunció que el próximo septiembre realizará un viaje a Hungría y Eslovaquia.
Sin embargo, la semana pasada pidió a los fieles que rezasen por él –cómo hace habitualmente– pero insistió en ello más de lo normal. “Rezad de una manera especial: el Papa necesita vuestras plegarias”, dijo, palabras que podían anticipar la cirugía.
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