La Ley de Control de Exportación de Armas hubiera obligado Jimmy Carter a imponer sanciones automáticas a Israel al tratarse de un país no autorizado por el Tratado de No Proliferación Nuclear.
La Administración del presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981) encubrió la prueba nuclear realizada por Israel en las Islas del Príncipe Eduardo, situadas entre Sudáfrica y la Antártida, el 22 de septiembre de 1979.
La explosión de la bomba de hidrógeno fue detectada por un satélite estadounidense, pero la Casa Blanca decidió dar la versión oficial de que se trató de un ensayo nuclear.
El objetivo era evitar perjudicar el reciente acuerdo de paz entre Israel y Egipto y también las opciones de reelección de Carter, según reveló un informe de la revista ‘Foreign Policy’.
Coincidiendo con el 40º aniversario del conocido como Incidente Vela, la revista reunió a científicos, académicos, antiguos funcionarios del Gobierno y expertos nucleares para analizar los documentos y datos desclasificados.
Uno de los documentos analizados fue el diario de Carter, en que se pudo leer: “Hay indicios de una explosión nuclear en la región de Sudáfrica: puede ser Sudáfrica, Israel utilizando un barco o nada”.
Al reconocer que era un ensayo israelí, la Ley de Control de Exportación de Armas hubiera obligado al entonces presidente a imponer sanciones automáticas al tratarse de un país no autorizado por el Tratado de No Proliferación Nuclear, reseña La Vanguardia.
La postura oficial de Washington fue refrendada por una comisión con ocho científicos para examinar los datos que en mayo de 1980 informó de que “nuestra conclusión colectiva es que la señal del 22 de septiembre probablemente no se debió a una explosión nuclear”.
Sin embargo, Carter sabía la verdad y en su diario escribió el 27 de febrero de 1980 que “nuestros científicos tienen cada vez mayor certeza de que los israelíes realizaron un ensayo nuclear en el océano cerca del extremo sur de África”.
“La Administración Carter tenía tanto miedo a aplicar el Tratado de Prohibición Parcial de Ensayos contra Israel que hizo lo que pudo para borrar u ocultar las pruebas de la detección de este ensayo”, señala ‘Foreign Policy’.
Los gobiernos siguientes a la administración Carter, tanto demócratas como republicanos, decidieron guardar silencio y aún hoy la Casa Blanca sigue sosteniendo que no sabe nada sobre armas nucleares israelíes.
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