En Ceará (al noroeste) los funcionarios permanecen acuartelados como protesta mientras exigen aumento salarial y otras reivindicaciones
Trágicas son las consecuencias de la huelga que mantienen policías y bomberos en el estado brasileño de Ceará, al noreste del país, mientras las autoridades debaten las posibles soluciones a sus exigencias de aumento salarial y otras reivindicaciones.
De acuerdo con los datos oficiales, al menos 51 asesinatos se registraron en ese estado en 48 horas, desde las 6 de la mañana del miércoles y las 6 de la mañana de este viernes. El promedio de estos crímenes antes de la huelga era de 6 por día.
La tensa situación se vive justo antes de la celebración del carnaval. De hecho, varias ciudades como Paracuru, Milagres, Paraipaba, Forquilha y Canindé, todas del interior cearense, cancelaron las celebraciones previstas alegando preocupaciones por la seguridad de habitantes y turistas.
Los policías amotinados exigen un salario mínimo de 4.500 reales (1.022 dólares) por mes desde este año, mientras que el Gobierno de Ceará propone aumentos escalonados hasta alcanzar esa cifra en el 2022, desde los actuales 3.200 reales, reseñó Clarín.
En respuesta a la situación, las Fuerzas Armadas de Brasil comenzaron este viernes a patrullar las calles de Fortaleza, capital regional del estado, y su región metropolitana para suplir la falta de la policía militarizada.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, atendió el jueves la petición del gobernador Camilo Santana para enviar a los funcionarios a cumplir las labores de seguridad, incluyendo el patrullaje de las calles que dejaron de hacer los otros efectivos.
En una de las instalaciones ocupadas, en la ciudad de Sobral, el senador Cid Gomes fue baleado en el pecho por policías cuando avanzaba con una excavadora para romper el bloqueo de los uniformados.
Las leyes brasileñas prohíben a la Policía Militar hacer huelgas, una veda que alcanza también a otros cuerpos de seguridad, como bomberos y agentes penitenciarios. Por esta razón, jueces de la corte suprema brasileña criticaron la huelga policial y recordaron su inconstitucionalidad, al tiempo que defendieron “consecuencias judiciales graves” para los amotinados.
Fuentes: HispanTV, Xinhua, Clarín.
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