Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y Rusia, Vladimir Putin, aprovecharon la cumbre del clima que se celebra en París (ver página 34 y 35) para mantener una reunión bilateral breve pero «sustanciosa» en la que debatieron cara a cara cómo resolver políticamente la situación en Siria. Los gobiernos de Francia y Alemania, mientras tanto, se apuraron a descartar cualquier colaboración con el presidente sirio, Bashar Al Assad, en su lucha contra el Estado Islámico (EI).
La reunión tuvo lugar durante la mañana de ayer, duró 30 minutos y fue «bastante sustanciosa», según informó el vocero presidencial ruso, Dimitry Peskov, quien añadió que «la discusión sobre Siria fue detallada y los dos mandatarios favorecieron movimientos para iniciar un arreglo político».
Según Peskov, Putin y Obama «acordaron iniciar un arreglo político en Siria después de discutir los matices de la crisis».
Desde la Casa Blanca, una fuente diplomática que no quiso revelar su identidad aseguró que «Obama enfatizó la necesidad de concentrar los ataques sobre los yihadistas islámicos y no sobre los grupos rebeldes que pretenden derrocar por las armas al gobierno Al Assad».
Según la fuente, el mandatario estadounidense insistió en que el actual presidente sirio, quien gobierna desde hace 15 años, «debe abandonar el poder».
El encuentro a puertas cerradas fue precedido por un encuentro entre los jefes de Estado Mayor de Rusia y Estados Unidos, quienes mantuvieron un diálogo telefónico en el que hablaron sobre la lucha contra el EI.»Se discutieron asuntos relacionados con las acciones de Rusia y la coalición internacional en la lucha contra el Estado Islámico en Siria», informó el Ministerio de Defensa ruso.
Los participantes del encuentro fueron el general ruso Valeri Guerásimov y el estadounidense Joseph Dunford, quienes «acordaron continuar los contactos bilaterales» después de la conversación mantenida por iniciativa norteamericana, según medios rusos.
Por otro lado, en el encuentro entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia de ayer, «Obama expresó sus condolencias por el incidente que involucró un jet ruso, derribado por la fuerza aérea turca en Siria», pero pidió a Moscú que aminore su dispositivo militar en la frontera con Turquía, según explicó el vocero presidencial ruso, Dimitry Peskov.
La posición de Ankara es que el avión ruso, un Su-24, había violado espacio aéreo turco, lo cual es terminantemente desmentido por Moscú.
Por otro lado, el gobierno francés puso ayer como condición para participar de la coalición internacional que combate al EI en Siria, que no exista cooperación del gobierno de Al Assad. «Mientras Al Assad continúe en el poder como comandante en jefe del Ejército no es posible imaginar una coalición militar contra la milicia terrorista del EI», declaró ayer el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, a la cadena de radio France Inter.
«Es obvio que el Ejército sirio bajo el mando de Al Assad no puede intervenir en el lado de la oposición moderada», añadió el ministro.
Esta posición del gobierno de París contradice el mensaje que la semana pasada brindó el mismo Fabius, cuando había abierto la puerta a una posible coalición que incluyera a las fuerzas de Al Assad en la lucha contra el EI, lo que generó el descontento del Reino Unido, de potencias árabes como Arabia Saudita, y fundamentalmente de Estados Unidos que siempre encabezó la movida para desplazar a Al Assad del poder.
Francia, que tras los atentados en París tracciona la creación de una amplia coalición internacional para derrotar al EI en Siria e Irak, ahora parece haber sido permeable a las presiones de sus aliados occidentales, cambió su parecer y vuelve a solicitar el alejamiento de Al Assad.
En la misma línea, el gobierno alemán de Ángela Merkel descartó ayer cualquier colaboración militar con Damasco mientras se mantenga en el poder el presidente Al Assad. «Ahora no habrá colaboraciones con Al Assad ni con tropas sirias bajo sus órdenes», concluyó en Berlín un portavoz del Ministerio de Defensa.
Fuente: Tiempo Argentino