Una escandalosa acusación tiene a la máxima autoridad de Canadá, Justin Trudeau, al borde de perderel control sobre las elecciones que se llevarán a cabo en ese país a fines de año, publicó este martes The Buffalo Chronicle.
Según el medio, Trudeau habría presionado a la fiscal general Jody Wilson-Raybould para intervenir en un caso judicial contra la empresa de ingeniería SNC-Lavalin, un poderoso contratista del gobierno y financista del partido Liberal.
Wilson-Raybould «fue sacada del cargo menos de tres después de negarse a interferir en el proceso», afirma la nota.
SNC-Lavalin está acusada de lavar dinero, pagar sobornos y cometer fraude «en conexión con pagos de $48 millones a funcionarios libios bajo (el gobierno de) Muammar Gaddafi».
En caso de prosperar el juicio en su contra, la firma no podrá adjudicarse negocios con el gobierno canadiense «durante una década».
Trudeau ha negado proteger a la empresa, pero se ha rehusado a permitir que la ex fiscal «hable públicamente de sus interacciones con la Oficina del Primer Ministro y con el secretario principal, Gerald Butts», quien es considerado su mano derecha política.