El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, presumió hoy de gestión económica y subrayó que defenderá la ley frente al proyecto «radical y divisivo» de los independentistas catalanes que planean organizar un referéndum soberanista el 1 de octubre.
En la rueda de prensa en la que hizo balance del curso político, Rajoy dedicó gran parte a glosar la marcha de la economía, aunque la actualidad informativa de este período en España está centrada en el contencioso catalán, sin olvidar una supuesta trama de corrupción vinculada al PP y que llevó al propio jefe del Ejecutivo a declarar como testigo en el juicio el pasado miércoles.
Una de las medidas adoptadas hoy por el Consejo de Ministros fue presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional (TC) contra la reforma del reglamento del Parlamento de Cataluña, que permite acelerar la aprobación de leyes encaminadas a la independencia de esa región.
Rajoy argumentó que con este recurso el Gobierno cumple con su obligación de velar por la legalidad, defendiendo a la vez a las instituciones autonómicas catalanas y a sus funcionarios, que «no pueden ser utilizados al servicio de una actuación abiertamente contraria al derecho», como sería la consulta soberanista.
«No habrá referéndum el 1 de octubre», dijo Rajoy, convencido de que va contra la Constitución que «ha dado a Cataluña el mayor nivel de autogobierno de toda su historia».
En un largo preámbulo previo a las preguntas de los periodistas el jefe del Ejecutivo habló de economía y destacó que el crecimiento se está traduciendo en una «intensa creación de empleo», que han llevado a España a recuperar ya casi 1,9 millones de trabajadores «desde el peor momento de la crisis», cuyo comienzo se sitúa en 2008.
Eso acerca el objetivo del Gobierno del PP (centroderecha) de contar con veinte millones de trabajadores «incluso antes de 2020».
Según Rajoy España está en el cuarto año de expansión económica, como lo prueba el dato del PIB conocido hoy que revela un crecimiento del 0,9 por ciento en el segundo trimestre del año, con la previsión de que a final de año el incremento esté en torno al tres por ciento.
Además, el sector exterior también está siendo dinámico, con cinco años consecutivos de saldo positivo, que se traduce en que la exportación de bienes y servicios supone actualmente el 33 % del PIB español.
La comparecencia del líder conservador tuvo lugar dos días después de acudir como testigo al juicio sobre la «trama Gürtel», sobre una red de contratos amañados con empresarios que licitaban con el PP entre 1999 y 2005, período en el que Rajoy ya ocupó altos cargos directivos.
En el juicio Rajoy alegó que se dedicaba exclusivamente a la estrategia política para negar cualquier conocimiento de la financiación y la contabilidad de su partido.
El presidente del Gobierno y del PP ha sido fuertemente criticado por la oposición y dos grupos de izquierda, PSOE y Podemos, quieren que comparezca en un pleno extraordinario del Congreso para dar explicaciones adicionales a las preguntas de los letrados.
Hoy Rajoy reprochó a los líderes de PSOE, Pedro Sánchez, y Podemos, Pablo Iglesias, que reclamen esa comparecencia por el caso Gürtel y les dijo que «la ansiedad no conduce a nada» y «lo exagerado acaba por ser irrelevante».
Dejó clara su disposición a colaborar con la justicia: sé lo que es la ley y la división de poderes y haré siempre lo que se me pida», pero agregó que en España hay «suficientes temas» que importan a los ciudadanos españoles como para que haya quien transmita la sensación de no tener «ninguna idea que aportar», en alusión a sus rivales políticos.