En Madrid, España se desarrolló este jueves un homenaje de Estado a las más de 28.000 víctimas causadas por la pandemia de covid-19, la actividad estuvo precedida por el rey de España, Felipe VI.
«Hoy es un día que conservaremos en nuestra memoria, que quedará grabado en nuestros corazones, porque hoy rendimos homenaje con todo respeto y la mayor solemnidad del Estado a los ciudadanos que han perdido su vida como consecuencia de la pandemia», dijo Felipe VI en un discurso ofrecido para cerrar el acto.
La ceremonia se celebró en el Patio de la Armería del Palacio Real, donde se colocó un pebetero con una llama en memoria de los fallecidos. Entre los asistente se encontraban los integrantes del Gobierno e invitados internacionales.
El acto también homenajeó al personal sanitario y de trabajadores necesarios, como transportistas, tenderos o cajeras de supermercados, entre otros profesionales.
«Reconocemos a miles de ciudadanos cuyas conductas han sido el mejor ejemplo de los valores cívicos y morales de nuestra sociedad, y nuestra mejor razón para la esperanza colectiva», dijo Felipe VI.
En representación de esos trabajadores necesarios tomó la palabra Aroa López, enfermera supervisora del Hospital Vall d»Hebrón de Barcelona.
«Ha sido muy duro, nos hemos sentido impotentes, con una sensación brutal de incertidumbre y la presión de tener que aprender sobre la marcha. Hemos dado todo lo que teníamos, hemos trabajado al límite de nuestras fuerzas y hemos vuelto a entender por qué elegimos esta profesión: cuidar y salvar vidas», señaló la enfermera.
En su intervención, Aroa López recordó que el personal sanitario vivió durante los peores momentos de la crisis «situaciones que te dañan el alma», como tener que servir de «mensajeros del último adiós para muchas personas que morían solas».
También habló Hernando Calleja, hermano del célebre periodista José María Calleja, fallecido por la covid-19, que ofreció un discurso con el que se recordó el dolor y la necesidad de una despedida para las personas que perdieron a seres queridos en esta crisis.
«Hoy, simbólicamente, nos despedimos de madres, padres, hijos, hermanos, amigos, tomamos sus manos, acariciamos sus mejillas, besamos su frente, registramos en nuestro corazón su mirada. Descansen en paz y queden en la memoria de todos», dijo.
Felipe VI cerró su discurso afirmando que pese al dolor «cuando pasen los años, recordaremos que en esta época también nos hemos dado un ejemplo de civismo, madurez, resistencia, de compromiso con los demás».
Con información de Sputnik
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