El 10% de los trabajadores labora a jornada parcial en contra de su voluntad
Más de 1,6 millones de los españoles deben conformarse con un “miniempleo”. Les gustaría estar contratados a jornada completa, pero solo consiguen un empleo a tiempo parcial.
La Unión Europea acostumbra medir periódicamente esta realidad. Es lo que se conoce técnicamente como subempleo.
En España, de todos los ocupados de entre 25 y 50 años que tienen un empleo a tiempo parcial, solo el 40% lo es por conveniencia del trabajador.
En el 60% de los casos -52% entre las mujeres y 71% entre los hombres- es porque no les queda otra opción.
De esta manera, España exhibe una de las mayores tasas de subempleo de la Unión Europea, solo superada por las que se dan en Grecia, Chipre e Italia, y prácticamente a la par que la de Rumanía.
La media indica que en la UE el subempleo afecta a uno de cada tres trabajadores a tiempo parcial; en España, al doble, a seis de cada diez.
En Dinamarca, solo el 17% de los asalariados a tiempo parcial lo son a su pesar; en Alemania y Austria apenas el 14%; un 10% en los Países Bajos; y en la República Checa únicamente el 8%, reseñó el diario ABC.
Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), la relativa al tercer trimestre de 2019, España tiene 2,79 millones de trabajadores a tiempo parcial. Y, de ellos, 1,66 millones lo son contra su voluntad, porque lo que querrían -y lo que buscan- es un empleo a jornada completa. Entre otras cosas, para disfrutar de condiciones laborales más estables y mejor retribuidas.
Los subempleados trabajan unas 20 horas a la semana. Pero, como toda media estadística, eso significa que algunos trabajan más de media jornada, pero otros no llegan a cuatro horas diarias de salario.
Un problema estructural
La EPA evidencia también que gran parte de quienes sufren el subempleo lo hacen desde hace mucho tiempo.
Casi el 30% lo padecen desde hace más de seis años. Muchos de ellos quedaron atrapados en esa realidad laboral en la crisis, y no han logrado salir de ella durante la recuperación económica.
Las estadísticas desvelan que hay una gran porción de subempleados perennes, crónicos, que ven con desazón cómo pasan los años y siguen teniéndose que conformar con minitrabajos. Unos 700.000 españoles llevan en el subempleo desde hace más de tres años.
Las características del tejido productivo español explica, en parte, la fuerte presencia del empleo a tiempo parcial.
En especial, por la alta terciarización que se da en la economía española, frente a un sector industrial menguante.
El 11% de todos los asalariados del sector servicios son subempleados, frente a alrededor del 5% de los que están ocupados en la industria. En construcción, la tasa de subempleo es del 8%, y del 9% en agricultura, según la EPA.
El sector servicios, por tanto, es el que más subempleo concentra. Y eso es muy relevante, porque aproximadamente el 65% de todo el trabajo por cuenta ajena que hay en España está en ese sector, lo que multiplica el impacto del subempleo.
Este es un problema que viene de lejos. En los años del “boom”, justo antes de la gran crisis que se inició en el 2008, en España ya había una alta tasa de subempleo.
Por entonces, pese a que campaba la bonanza económica, en España el 8% de todos sus asalariados estaban atrapados en el subempleo; 8,9% en 2005; 8,6% en 2006 y 8% en 2007.
Con la crisis, ese problema se disparó. En 2013 tocó techo: llegó a haber prácticamente dos millones y medio de trabajadores con contratos a jornada parcial no deseada, en torno al 17% del total de asalariados que había en nuestro país en aquel momento.
Desde entonces, la recuperación económica que se inició en 2014 ha aliviado la situación. Pero, aún así, la cifra sigue siendo abultada, especialmente si se compara con la que se da en el resto de países de la UE.