El contexto electoral se ve enrarecido por las protestas en Barcelona, por manifestantes que demandan la independencia de la región autónoma y respaldan a los líderes catalanes encarcelados
El pueblo de España vuelve a las urnas este domingo, con una crisis abierta en Cataluña que acapara un rol central de cara a estos comicios, especialmente tras los incidentes de violencia en la región.
El contexto electoral se ve enrarecido en esta oportunidad por las masivas protestas y movilizaciones en Barcelona, por parte de manifestantes que demandan la independencia de la región autónoma y respaldan a los líderes catalanes encarcelados tras el intento de un referendo independentista en 2017.
Desde el pasado 14 de octubre, cuando se diera a conocer el fallo judicial contra los políticos separatistas, Barcelona ha sido escenario de reiteradas protestas, varias de ellas muy violentas dados los fuertes enfrentamientos con la Policía, cuyo saldo ronda los 600 heridos a ambos lados del conflicto.
El escenario político en esta región compromete la permanencia del actual mandatario, Pedro Sánchez al frente del Gobierno central español, dada su negativa a negociar la emancipación catalana, decisión argumentada en el rechazo del mandatario a perder terreno con relación a los partidos españoles de derecha como Vox, que aspiran a alcanzar el poder en las próximas elecciones.
El tema catalán jugó un papel central en el último debate entre los candidatos de los diversos partidos políticos: Pablo Casado (Partido Popular), Albert Rivera (Ciudadanos), Pablo Iglesias (Unidas Podemos), Santiago Abascal (Vox) y Sánchez por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
En este contexto, tanto PP como Ciudadanos no han dejado de atacar a Sánchez, al que han exigido que suspenda la autonomía de la región y cese al presidente de la Comunidad Autónoma, Quim Torra.
Sánchez se abstuvo de medidas extraordinarias, pero endureció su discurso con el separatismo, al tiempo que envió refuerzos policiales a la región, para garantizar la seguridad de los comicios.
Anteriormente, tras la moción de censura contra el exjefe de Gobierno Mariano Rajoy (2018), Sánchez buscó negociar con los independentistas, aunque esta negociación se rompió tras el juicio del Tribunal Supremo contra los 12 dirigentes catalanes.
Pese a que el dirigente del PSOE es el favorito a alzarse con la victoria en los comicios legislativos según las encuestas, es posible que obtenga menos diputados de los que obtuvo en abril, 123 de los 350 que integran la Cámara Baja.
En caso de ocurrir así, Sánchez deberá buscar formar una coalición o, en el mejor de los casos, que el PP y otros partidos le permitan gobernar en minoría, absteniéndose en una futura sesión de investidura.
Sin embargo, esto aumentaría la inestabilidad política en la nación a mediano plazo.
Es así como los votantes de Cataluña tendrán un papel crucial para la conformación de un nuevo Gobierno en España, que brinde la estabilidad política que demanda la nación, tras cuatro elecciones en cuatro años.
Con información de Telesur
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