Ganó beca para estudiar inglés en EE.UU. y ahora vive una pesadilla

“Mandamos a nuestros hijos a una ruleta rusa”, expresó madre española

Ganó beca para estudiar inglés en EE.UU. y ahora vive una pesadilla

Autor: Félix Eduardo Gutiérrez

Una joven española de 16 años oriunda de la ciudad portuaria de La Coruña, vivió la alegría más grande de su vida cuando le anunciaron que había obtenido una beca para estudiar inglés en Estados Unidos.

Gracias a sus buenas calificaciones la aceptaron en un programa del Ayuntamiento, para perfeccionar el idioma en Norteamérica, situación ideal para todo joven con sueños de avanzar en sus metas profesionales.

Su familia hizo todo lo necesario para que la adolescente cumpliera su meta y tras quince horas de vuelo y un par de escalas, llegó a tierra norteamericana. 

Desafortunadamente, poco tiempo después de haber llegado, el idolatrado sueño americano le comenzó a saber a pesadilla a esta adolescente coruñesa.

 Los padres de la joven denunciaron públicamente la falta de control del programa de inglés. Su hija lleva una semana durmiendo en un sofá, con sus pertenencias apiladas en bolsas de basura malviviendo en una salita de la coordinadora de las becas en Cleveland (Ohio).

 “Con las becas a EE.UU. mandamos a nuestros hijos a una ruleta rusa”, denunciaron a través del diario La Voz de Galicia.

Joven española ganó beca para estudiar inglés en EE.UU. y ahora vive una pesadilla. Foto Web.

Imma Fraga, abogada contratada por sus padres para adelantar acciones legales, relató que “la primera casa en la que estuvo la adolescente era un galpón. Dormía en un colchón con chinches y cucarachas. Cogió una infección que la llevó a urgencias”.

Contó que solicitó el cambio de familia pero la situación no mejoró mucho. “El nuevo padre de acogida la llevaba con ellos para que viera cómo disparaban en el campo”, señaló Fraga.

“No solo eso -argumentó-, comenzaron a exigirle 50 dólares para su manutención, petición prohibida en las bases de la beca. Como se negó, primero la incomunicaron quitándole el rúter (y con él, Internet) y después la echaron de la casa”.

No le quedó otra opción que aceptar quedarse en la salita de la coordinadora de las becas en Cleveland (Ohio), donde espera una solución, explicó la abogada.

Contó que solicitó el cambio de familia pero la situación no mejoró mucho. “El nuevo padre de acogida la llevaba con ellos para que viera cómo disparan en el campo”, señaló la abogada Fraga. Foto Web.

Su madre informó que habla con su hija por WhatsApp. “Está angustiada. Para nosotros la desesperación es doble, no sabemos cuánto más podrá continuar así”.

Explicó Fraga que los padres de una compañera de su instituto se ofrecen a acogerla pero, como no están dentro del programa, la organización no les deja, indicó la experta en leyes.

“Yo pensaba que desde España la organización conocía a las familias. Resulta que no. Depende todo de la empresa estadounidense. Jamás nos informaron de estas condiciones en las reuniones de la beca. Mandamos a nuestros hijos a una ruleta rusa”, reprochó la madre de la joven.

La empresa CLS es el nexo en España de la gestión del programa que lleva en activo en La Coruña desde el 2007. “Nos dicen que lo van a solucionar lo antes posible, pero está intranquila. Además, no sé si a estas familias las van a penalizar”, agregó la madre de la joven.

Desde el Ayuntamiento apuntan que “la empresa tiene una acreditada experiencia en gestión de estancias para extranjeros”.

Se han reunido con la madre de la joven para informarla de los pasos a tomar y remarcan que son “habituales en este programa, como sucede en otros años, las solicitudes de cambio de familia”.

Padre españoles piden revisar cursos de inglés de intercambio. Foto Web.

La madre confía en la entereza de su hija: “Es fuerte y no quiere perder el curso. Nosotros no queremos que esto se repita, que no le suceda a más chicos”.

El caso de esta adolescente no es el único. Julia López es otra madre española que pasó por una situación parecida.

Fue con el mismo programa de becas del Ayuntamiento, pero hace cuatro años. “Entonces, callamos. La herida sigue abierta”, admitió.

A su hija le tocó ir a Iowa. “La expulsaron del colegio porque discutió con una compañera. Sin mediar palabra con ella, la profesora le mandó la notificación por mensaje. La familia también la abandonó, sin más, relató Julia López.

“Como soy profesora de inglés y me defiendo en el idioma, contratamos a un abogado en Estados Unidos. La expulsión fue improcedente y tuvieron que readmitirla. Fue a otro estado, Texas. El abogado costó 6.000 euros, pudo haber perdido todo el año académico”, censuró la madre.

El anterior equipo de gobierno local en La Coruña le dio su apoyo, pero los costos corrieron a su cargo. “Para los organizadores en EE.UU. esto es un negocio. Nunca van a apoyar al adolescente extranjero. No tiene derechos. Hay un lado oscuro en estas becas. Mi hija tuvo una depresión importante. Al final, familias hay tantas como personas, y ahí está el riesgo. De 40 casos, cinco salen mal. Si te toca, estás totalmente desamparado. La empresa que lo coordina en España depende de la estadounidense», criticó Julia.

Su hija pudo terminar aquel curso en Texas y ahora está en la universidad. Su petición es que se incrementen los controles en este tipo de iniciativas que implican a menores.

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