El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece el 28 de julio en el Congreso para explicar los resultados de la cumbre de Bruselas finalizada el día 21. En esta reunión, catalogada como «histórica» por los miembros de la Unión Europea (UE), se aprobó un fondo de recuperación para superar la crisis del coronavirus. La cantidad destinada para la emergencia fue de 750.000 millones de euros, con el objetivo de que a España le toquen 140.000 millones. Una cifra equivalente al 11% del Producto Interior Bruto (PIB) nacional. De esta partida, 72.700 millones corresponden a ayudas directas a fondo perdido y el resto a préstamos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que fue España la que propuso desde el principio un acuerdo como el que se ha fraguado en Europa, un «plan Marshall» con transferencias directas y que se financiará mediante deuda común.
En su comparecencia en el Congreso para explicar los últimos consejos europeos, Sánchez también ha subrayado que el acuerdo europeo «no cambia las prioridades» de España, porque la agenda del país está «alineada» con la de Europa y con las necesarias transformaciones que reclama la UE.
«Nuestro diagnóstico era el correcto, nuestros objetivos no se han movido, nuestra ilusión es la misma que antes», ha asegurado el jefe del Ejecutivo, subrayando que «Europa no sólo ha decidido bien sino que ha decidido rápido«.
Ha dicho que, según ha reconocido «algún analista», ha sido España «quien más hizo» porque fue quien primero formuló la petición de este nuevo plan Marshall y quien junto a Italia promovió la carta que firmaron siete países para reclamar que dicho plan se financiara con la mutualización de deuda.
Además, el presidente del Gobierno de España llamó a los partidos de la oposición a encontrar un punto de entendimiento tal como hicieron los países de la Unión Europea para la aprobación del fondo de reconstrucción. «Hemos logrado un punto de equilibrio, un punto de encuentro y algo que me gustaría apelar también en esta cámara», manifestó el presidente español en una comparecencia en el Congreso de los Diputados para dar cuenta del acuerdo europeo. «Si fue posible reducir esta distancia, nadie entendería que no se llegara a hacer lo mismo en España. Me gustaría que este acuerdo sirva como ejemplo y nos ponga a todos frente al espejo», trasladó Sánchez a los partidos españoles, tras destacar la «negociación» como «único camino» para llegar a acuerdos.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez y sus socios de Unidas Podemos afrontan a la vuelta del verano la negociación de los presupuestos generales del Estado para 2021. La coalición tiene previsto arrancar las negociaciones para recabar apoyos parlamentarios a lo largo de agosto y presentar las cuentas a finales de septiembre, con los pactos previamente cerrados. «Una causa común une familias de distinto color político. En España tenemos que hacer que se pueda llegar a acuerdos», afirmó el presidente español en su discurso en sede parlamentaria.
En respuesta a Sánchez, el líder del conservador Partido Popular (PP), Pablo Casado, pidió al Gobierno «más humildad» y «acabar con el triunfalismo» sobre la gestión de la pandemia tras los brotes surgidos por todo el país recientemente. Casado afirmó que al Gobierno le «falta el respaldo no solo de una mayoría social y electoral sino también de otros países» y sostuvo que España «necesita una política de sensatez, de crecimiento económico y de creación de empleo y de convergencia con las grandes democracias liberales europeas».
También fue crítico con el Ejecutivo el líder de la ultraderecha, Santiago Abascal (Vox), quien acusó al Gobierno de ser «protagonistas, artífices, responsables y culpables» de la gestión «más vergonzosa» de la pandemia.
El líder de Vox calificó el pacto para la reconstrucción europea de «un rescate» que «traerá ruina» e «implica la pérdida de soberanía» de España. También afirmó que «España debería abandonar la OMS» y exigir a China una «indemnización por sus mentiras».
Un fondo para reactivar la economía
Cabe recordar que con este fondo, la UE busca reactivar una economía maltrecha. Las previsiones de caída del PIB de los diferentes países o del empleo son inauditas. Y, para paliarlas, los 27 miembros dieron luz verde a una masiva emisión conjunta de deuda. Lo hicieron en una de las cumbres más largas, decisivas y complicadas de la historia reciente de la Unión Europea: en total, cuatro días y cuatro noches.
El acuerdo no fue sencillo: la oposición entre países impedía el pacto. Cada uno debía especificar las recomendaciones específicas por país (CSR, por sus siglas en inglés) que cumplía. En el caso español, las CSR suelen hacer referencia a la sostenibilidad de las pensiones, inversiones sociales, reforma de la educación o la inversión en transición verde y digital.
«La UE sigue teniendo la imaginación para pensar en grande», celebró Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, hablando de «un gran paso hacia delante en la recuperación«. El belga Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, planteó que el Fondo de Recuperación fuera de 750.000 millones de euros y terminó alegando que «la magia de la Unión Europea funciona». Pedro Sánchez, por su parte, aseguró al finalizar el encuentro que se había escrito «una de las páginas más brillantes de la Unión Europea».
Cortesía de Sputnik
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