Durante su carrera, fue conocido por su trabajo como periodista. En esa faceta se pueden leer sus escritos como por ejemplo “Homenaje a Cataluña”, que trata sobre la guerra civil española. Como novelista tuvo un mayor impacto en lectores, con obras como por ejemplo, “Rebelión en la granja”, que es una alegoría de la corrupción de los ideales socialistas de la Revolución rusa de Stalin. Sin embargo, no sería hasta el momento de publicar «1984» el momento más exitoso del escritor. Su libro trata de una sociedad totalitarista situada en un futuro que al parecer, no era tan lejano.
No es novedad decir que varias personas ligadas a la escritura siguen diarios de vidas, realizan constantemente anotaciones o escriben cartas. Tal es el caso de George Orwell, quien hizo una carta explicando las razones de su obra mundialmente conocida “1984”.
A continuación, te dejamos con sus palabras:
Debo decir que creo que el miedo que tiene el mundo en su conjunto va en aumento. Hitler, sin duda, pronto desaparecerá, pero sólo a costa de fortalecer a Stalin, a los millonarios angloamericanos y a todo tipo de pequeños ‘führers’ del tipo de Gaulle.
Todos los movimientos nacionales de todo el mundo, incluso aquellos que se originan en la resistencia a la dominación alemana, parecen tomar formas no democráticas, a agruparse alrededor de algunos führers sobrehumanos (Hitler, Stalin, Salazar, Franco, Gandhi, De Valera son varios ejemplos) y a adoptar la teoría de que el fin justifica los medios.
En todas partes el movimiento mundial parece estar en la dirección de las economías centralizadas que pueden hacer el “trabajo” en un sentido económico, pero que no se organizan democráticamente y tienden a establecer un sistema de castas. Con esta ida de los horrores del nacionalismo emocional y una tendencia a no creer en la existencia de la verdad objetiva, todos los hechos tienen que encajar con las palabras y las profecías de algún führer infalible.
Ya la historia tiene un sentido: dejó de existir, es decir, no hay tal cosa como una historia de nuestro tiempo, que podría ser universalmente aceptada, y las ciencias exactas están en peligro.
Hitler puede decir que los judíos comenzaron la guerra, y si sobrevive, esto se convertirá en la historia oficial. No puede decir que dos y dos son cinco, debido a los efectos de, digamos, la balística que tienen que hacer cuatro. Pero sí el tipo de mundo que tengo miedo de que llegue, un mundo de dos o tres grandes súper-estados que son incapaces de conquistarse el uno al otro, de dos en dos podrían llegar a ser cinco si el Führer lo desea. Eso, por lo que yo puedo ver, es la dirección en la que en realidad estamos moviéndonos, aunque, por supuesto, el proceso es reversible.
En cuanto a la inmunidad comparativa de Gran Bretaña y los EE.UU. Los pacifistas pueden decir que nosotros no tenemos el totalitarismo todavía y esto es un síntoma muy esperanzador. Creo profundamente, como expliqué en mi libro “El león y el unicornio”, en los ingleses y en su capacidad para centralizar su economía sin destruir la libertad para hacerlo. Pero hay que recordar que Gran Bretaña y los EE.UU no han probado la derrota, que no han sabido de sufrimientos graves, y hay algunos síntomas malos para equilibrar los buenos.
Para empezar está la indiferencia general a la decadencia de la democracia. En segundo lugar está el hecho de que los intelectuales son más totalitarios en la perspectiva que la gente común. En general los intelectuales ingleses se han opuesto a Hitler, pero sólo a costa de aceptar a Stalin. La mayoría de ellos son perfectamente listos para métodos dictatoriales, policía secreta, la falsificación sistemática de la historia, etc. Siempre y cuando sientan que es en el lado “nuestro”. De hecho la declaración de que no tenemos un movimiento fascista en Inglaterra significa en gran medida de que los jóvenes, en este momento, miran por su führer en otros lugares.
Uno no puede estar seguro de que eso no va a cambiar, ni se puede estar seguro de que la gente común lo pensará los próximos diez años, al igual que los intelectuales lo hacen ahora. Yo espero que no, aún confío en que no lo harán, pero sí que será a costa de una lucha. Si uno simplemente proclama que todo es lo mejor y no apunta a los síntomas siniestros, uno está simplemente ayudando a acercar el totalitarismo.
Del mismo modo yo apoyaría la URSS contra Alemania porque creo que la URSS no puede escapar por completo de su pasado y conserva bastante de las ideas originales de la Revolución para que sea un fenómeno más esperanzador que la Alemania nazi. Creo, y he pensado desde que comenzó la guerra, en 1936, más o menos, que nuestra causa es la mejor, pero tenemos que seguir lo que es el mejor, lo que implica constantes críticas.
Atentamente,
Geo. Orwell
Por Francisca Arriagada.
El Ciudadano