La esposa de Raif Badawi pide ayuda para la liberación y extradición del bloguero saudí, condenado a 10 años cárcel, 10.000 azotes y una alta multa por supuestamente insultar al Islam. A continuación su llamado:
No se pueden imaginar lo que me duele pensar que le dieron 50 latigazos en público a mi marido, con la cara contorsionada por el dolor y atado de pies y manos, para que la gente tomara nota. Ahora me entero de que podrían incluso ejecutarlo. Pero tú puedes ayudarme.
Me llamo Ensaf Haidar y Raif es mi marido.
Su único crimen ha sido atreverse a decir lo que pensaba en un blog, pero ha sido suficiente para que el año pasado lo sentenciaran a 10 años de prisión y 1.000 latigazos, acusado de insultar al Islam. Raif es un hombre pacífico y un padre cariñoso y nuestros tres hijos y yo tememos por su vida y lo extrañamos mucho.
En 48 horas, Alemania podría ayudarnos a liberarlo. Sigmar Gabriel, el ministro de Economía, viajará a Arabia Saudí y, si usa su influencia para apoyar a Raif, podría animar a los líderes saudíes a reconsiderar su condena.
Yo ya le he pedido personalmente que me ayude, pero mi voz en solitario no es lo suficientemente fuerte. Por eso te pido que apoyes mi súplica desde donde estés para construir entre todos una petición masiva para conseguir la liberación de Raif. Únete y házselo llegar a todas las personas que conozcas.
https://secure.avaaz.org/es/free_raif_badawi_loc/?brYnccb&v=54831
Hace unos años, mi marido abrió un blog llamado “Red Liberal Saudí”. Quería escribir sobre religión, política y cuestiones sociales, pero le acusaron de insultar al Islam, un cargo que conlleva durísimos castigos. Su pena es además un aviso a cualquiera que quiera decir lo que opina.
Raif y yo nos conocimos hace 15 años. Nos casamos dos años después y al poco tiempo ya estaba embarazada de mi primer hijo. Cuando comenzaron los problemas con las autoridades en 2008, nos pidió que huyéramos del país. Viajamos desde Egipto hasta el Líbano y finalmente llegamos a Canadá, donde nos dieron asilo a mis hijos y a mí, ¡pero no podemos quedarnos de brazos cruzados! Queremos que Raif vuelva a nuestro lado.
Mucha gente de mi país quiere reformas y la atención internacional sobre el caso de Raif crece cada día. Sigmar Gabriel ya ha dicho que abordará el tema de los derechos humanos durante su visita. Une tu voz a mi ruego porque nuestro llamamiento podría darle la libertad a mi marido.