En Estados Unidos, el gobernador de Virginia, Ralph Northam, declaró «estado de emergencia» en vísperas del primer aniversario de los disturbios ocurridos en Charlottesville, a raíz de un mitin de supremacistas blancos.
La manifestación ‘Unite the Right‘ (Unir a la derecha) realizada en esa ciudad el 12 de agosto de 2017 resultó en la trágica muerte de Heather Heyer, de 32 años, el teniente H. Jay Cullen y el policía y piloto Berke Bates. Así lo recordó el político demócrata en una Orden Ejecutiva difundida este miércoles.
De acuerdo con Northam, con motivo del primer año de los letales sucesos se planean eventos, mítines y protestas en la ciudad de Charlottesville y en Washington DC los días 11 y 12 de agosto.
La declaración, que entró en vigor de inmediato y podría extenderse hasta el 12 de septiembre, aumentará la capacidad de las fuerzas estatales y locales del orden público para responder a los disturbios civiles que puedan ocurrir. El «estado de emergencia» busca preparar y coordinar la respuesta “para garantizar la protección de vidas, la propiedad y los derechos constitucionales de los residentes”.
Se han registrado otros enfrentamientos
El pasado fin de semana hubo enfrentamientos entre grupos supremacistas y contramanifestantes en Portland, Oregón; y en Berkeley, California. Los enfrentamientos de ese tipo se han agudizado ante la cercanía del primer aniversario de los eventos de Charlottesville, acontecidos cuando grupos racistas, miembros del Ku Klux Klan y neonazis organizaron actos contra la retirada de una estatua del general confederado Robert E. Lee.
En medio de la violencia que estalló el 12 de agosto entre esas personas y los participantes en contraprotestas, ocurrió la muerte de Heyer, cuando un neonazi de 21 años embistió con su auto contra un grupo de activistas que rechazaron a los militantes de ultraderecha.
Por su parte, Bates y Cullen fallecieron al estrellarse el helicóptero de la Policía Estatal de Virginia en el que sobrevolaban la movilización de supremacistas blancos en actividades de vigilancia.
El organizador de la marcha de extrema derecha del año pasado, Jason Kessler, no tuvo éxito en su esfuerzo por obtener un permiso de Charlottesville para emprender una nueva acción de ese tipo el venidero fin de semana. Sin embargo, planea realizar el domingo un mitin Unite the Right 2 frente a la Casa Blanca, tras recibir la aprobación inicial del Servicio de Parques Nacionales.
Reportes de prensa adelantaron que en ese evento estarán permitidas las banderas estadounidenses y confederadas, pero, a diferencia de 2017, se vetarán las nazis, y se espera que cientos de militantes antifascistas salgan a las calles para oponerse a los supremacistas.