Moscú y Teherán rechazaron las declaraciones del director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, John Ratcliffe, en las que acusaba a Rusia e Irán de intentar interferir en la elección presidencial de 2020.
El anuncio, realizado dos semanas antes de los comicios, es observado por algunos especialistas como una estrategia para poder cantar un posible fraude.
Otros afirman que la alarma es real, y que existe tensión ante la posibilidad de que actores foráneos intenten minar la confianza de los estadounidenses en la integridad de la votación y propaguen desinformación en un intento por influir en el resultado.
Ratcliffe realizó estos anuncios en una conferencia de prensa convocada de forma apresurada el miércoles, en la que también participó el director del FBI, Chris Wray.
“Hemos confirmado que Irán ha obtenido cierta información del registro de votantes, al igual que Rusia por separado”, afirmó Ratcliffe.
La mayor parte del registro de votantes es pública, pero Ratcliffe dijo que los funcionarios gubernamentales “ya han visto a Irán enviando correos electrónicos falseados destinados a intimidar a los votantes, incitar el malestar social y perjudicar al presidente (Donald) Trump”.
Ratcliffe se refería a correos electrónicos enviados el miércoles y diseñados para parecer que procedían del grupo pro-Trump de los “Proud Boys” (“Chicos Orgullosos”), según fuentes gubernamentales.
Sin embargo, los supuestos mensajes por correo no se han viralizado ni se han mostrado como evidencia.
Ante esto, Irán convocó el jueves al enviado suizo para protestar contra lo que calificó como acusaciones estadounidenses “sin base”.
“El fuerte rechazo de Irán a las acusaciones estadounidenses repetitivas, sin base y falsas fue comunicado al embajador suizo”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Saeed Khatibzadeh, a la televisión estatal. “Como hemos dicho antes, para Irán no hay diferencia sobre quién gane la elección en Estados Unidos”.
Suiza representa los intereses de Washington en Irán, porque Estados Unidos e Irán no tienen lazos diplomáticos. Las tensiones han subido entre los históricos enemigos desde 2018, cuando Trump abandonó el acuerdo nuclear firmado con Teherán en 2015 y aumentó las sanciones en su contra.
El Kremlin también negó las alegaciones: “Esas acusaciones aparecen todos los días, son infundadas y no tienen ninguna base”, dijo el portavoz, Dmitry Peskov.
Según especialistas las denuncias de la casa Blanca buscan preparar el terreno para no aceptar los resultados de los comicios.
Con información de Reuters