Durante la última semana, la Universidad de Yale, la de Nueva York y la de Columbia han sido escenario de jornadas de protesta y acción directa, donde los estudiantes han contado con la solidaridad de los profesores de las instituciones educativas para frenar la represión policial que busca desarticular la protesta en defensa de Palestina.
El pasado lunes 22 de abril, se produjeron más de 100 arrestos en la Universidad de Columbia, casa de estudios donde se iniciaron las acampadas por Palestina. Acto seguido se sumaron a las acciones la Universidad de Yale que sufrió 60 arrestos y la Universidad de Nueva York, que también fue víctima de represión policial con cerca de 150 arrestos.
Las Universidades también han aplicado medidas de suspensión a los estudiantes involucrados en las manifestaciones.
Luego de que la administración de la Universidad de Columbia, retirara algunas de las tiendas de campaña, los estudiantes han continuado en su protesta, en sacos de dormir, pernoctando a la intemperie, incluso con lluvia.
Dentro de su petitorio a la Universidad destacan “la desinversión de la Universidad en Israel. La segunda es que la Universidad de Columbia revele sus inversiones financieras y sus registros financieros, especialmente en relación con sus operaciones con Israel. Y el tercero es la amnistía hacia los estudiantes”.
Para su organización, los jóvenes han estudiado y replicado tácticas de protesta de 1968, momento en el que se movilizaron contra la guerra en Vietnam.
La coordinadora impulsora del despertar, es Apartheid Divest de la Universidad de Columbia, quienes se definen como “una coalición de organizaciones estudiantiles que ven a Palestina como la vanguardia de nuestra liberación colectiva. Somos una continuación del movimiento contra la guerra de Vietnam y del movimiento para desinvertir en el apartheid de Sudáfrica. Apoyamos la libertad y la justicia para el pueblo palestino y para todos los pueblos. Sabemos que la verdadera seguridad colectiva surgirá cuando todos tengan acceso a aire limpio, agua potable, alimentos, vivienda, educación, atención médica, libertad de movimiento y dignidad”.
El movimiento arrancó luego de un proceso democrático celebrado en la Universidad de Columbia, el 3 de marzo del 2024, referéndum en el que se preguntó al estudiantado si la Universidad debería desinvertir financieramente en Israel, cancelar el Centro Global de Tel Aviv y poner fin al programa de doble titulación de Columbia con la Universidad de Tel Aviv.
La primera pregunta fue aprobada con el 76,55 por ciento de los votantes a favor, mientras que las dos últimas obtuvieron el 68,36 y el 65,62 por ciento de apoyo de los votantes.
Otra de las peticiones del movimiento es que la Universidad se pronuncie pidiendo un alto el fuego inmediato y permanente en Gaza, denunciando la actual campaña genocida contra el pueblo palestino y que se pida a los funcionarios del gobierno de Estados Unidos lo hagan también.
Mientras que la dirigencia universitaria intenta mezclar la movilización estudiantil con el antisemitismo, tratando de desvirtuar la protesta a la que también se han sumado estudiantes judíos, los medios de comunicación estadounidenses se centran más en las detenciones de los estudiantes que en el fondo de la demanda estudiantil: el fin de una Palestina ocupada y bombardeada diariamente por Israel, donde hasta la fecha se han registrado más de 34 mil muertes y miles de heridos.
*Artículo publicado originalmente por Diario Red.
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