Apoyar a Donald Trump, votar por Hillary Clinton o intentar respaldar a otro candidato. Los miembros del Partido Republicano que no comparten la visión del empresario y no quieren verlo en la Casa Blanca, se encuentran inmersos en un profundo dilema. Los “Anti Trump” están evaluando si están preparados para pelear contra él en una elección general, incluso si eso significa ayudar a su enemiga, Hillary Clinton, a obtener la Presidencia.
Esta semana Trump se reunió en Washington D.C. con altas figuras del Partido Republicano, entre ellos, el líder de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, para intentar unificar al conglomerado. Hasta el momento, el jefe de la Cámara Baja no ha respaldado a Trump y, a pesar de que aseguró que trabajarán en conjunto, no es clara cómo funcionará la relación entre ambos. Es posible que Ryan apoye a Trump antes de la Convención Republicana de julio, pero la reunión en el Capitolio sólo fue una distracción temporal de la fisura que existe dentro del partido.
Aún hay varios sectores que se rehúsan a apoyar al magnate. El ex candidato presidencial de 2012, Mitt Romney, miembros de la familia Bush y asociados al partido han dicho que no lo respaldarán. “No veo a Trump como un conservador republicano del cual se pueda confiar. No creo que tenga el temperamento”, aseguró el senador por Carolina del Sur, Lindsey Graham. Otros han amenazado con abandonar el partido si es que el empresario es el nominado.
Luego de que Trump triunfara en las primarias de Indiana a principios de mayo y quedara a sólo un paso de conseguir la nominación, las tensiones dentro del Partido Republicano se profundizaron aún más y se comenzaron a barajar nuevas maniobras para lograr, a último minuto, frenar que el multimillonario se convierta en la carta republicana en las elecciones de noviembre.
Además de apoyar a un posible tercer candidato o votar por Hillary Clinton, dentro de otras opciones se ha hablado de manipular las bases de las primarias para que los delegados de Trump no deban apoyarlo obligatoriamente, según el sitio Politico.
Por su parte, Clinton estaría aprovechando el momento que vive el Partido Republicano y el movimiento #NeverTrump -opositores a que Trump sea el nominado-, para atraer a miembros del conglomerado a votar por ella. La ex secretaria de Estado estaría llamando a los demócratas, independientes y a los republicanos “reflexivos” a que la apoyen. “Estoy con ella”, escribió en su cuenta de Twitter, Mark Salter, asesor de la campaña de John McCain en 2008. Los grupos anti Trump han gastado más de US$ 43 millones en comerciales de televisión, folletos y llamadas telefónicas en contra del empresario.
De acuerdo a The New York Times, a pesar de que una “convención abierta” está prácticamente descartada, ya que lo más probable es que Trump consiga pronto los 1.237 delegados que necesita para ser el nominado -actualmente tiene 1.086- habrá mucha polémica.
Trump deberá enfrentarse a delegados hostiles y desconfiados. También los detractores de Trump podrían objetar al compañero(a) de fórmula que elija el candidato, ya que los delegados no están obligados a votar por el aspirante a Vicepresidente. También, destaca el Times, habrá tensiones sobre los principios del partido que no encarna el empresario.
Hazte socio 👍
Con tu donación aportas a la sostenibilidad económica y existencia de este medio.
Elige cómo quieres aportar a la existencia y financiamiento colectivo de este medio!
Reveniu 
