Nevada se convertirá el sábado en el séptimo estado del país, además del distrito de Columbia, en el que se puede vender y consumir marihuana para uso recreativo de forma legal.
Los pronósticos del gobierno estatal apuntan a que el nuevo negocio puede producir más de 60 millones de dólares en ingresos tributarios durante los próximos dos años, dinero que, según ha confirmado el senador estatal Tick Segerblom, responsable de la medida, ya ha sido adjudicado al presupuesto de Educación estatal.
De esta manera, Nevada extiende una legislación que en un principio sólo autorizaba el consumo y distribución para fines medicinales y se equipara con Washington, Alaska, Oregon, California, Colorado, Maine, Massachusetts y el Distrito de Columbia.
Los 37 dispensarios que tienen licencia en Nevada para vender un máximo de una onza de marihuana por cliente desde el 1 de julio estiman que sus clientelas pueden triplicarse a partir de ahora.
Sin embargo, la medida ha estado bajo escrutinio desde su aprobación en noviembre pasado y se mantiene una batalla legal por la distribución de la marihuana.
Los mayoristas de bebidas alcohólicas quieren tener la exclusiva de este negocio, lo que los ha enfrentado a dueños de dispensarios que creen tener el mismo derecho.
Por ahora, se obedecerá la orden dictada por un juez de Carson City que nombró a los mayoristas del licor como mediadores entre los cultivadores y los dispensarios durante los próximos 18 meses.
Los vendedores preparan fiestas en la medianoche del viernes y largas filas de clientes para un día que ha sido calificado por varios sectores como uno de los más importantes para la economía y el turismo local.