La visita del presidente estadounidense Donald Trump a Seúl de este 7 de noviembre expone la división de la sociedad surcoreana en torno a la creciente confrontación entre Washington y Pionyang.
Mientras algunos habitantes locales exhibieron banderas de EE.UU. y mensajes de bienvenida para el mandatario norteamericano, otros manifestantes contrarios a las políticas de Washington desplegaron pancartas con mensajes como «no a Trump, no a la guerra».