La élite económica mundial reunida en Davos, Suiza, parece haber superado la primera impresión que en su momento produjera el presidente de EE.UU., Donald Trump.
Un análisis publicado este jueves en la revista Time asegura que a los integrantes de ese selecto grupo, que representa la máxima expresión del neoliberalismo, le tiene sin cuidado la política de «América primero» de Trump.
«EE.UU. ya no importa», aseguró a esa publicación el historiador y profesor de Yale Timothy Snyder, quien entró a la lista de los más vendidos con su libro sobre la ‘tiranía’ de Trump.
La impresión de Snyder es que, hace un año, la expectativa y el temor ante lo que podría hacer Trump causaba cierta fascinación en Davos, pero que en la actualidad el jefe de la Casa Blanca es una figura que para Europa dejó de ser una «amenaza» y pasó a convertirse en una suerte de «diversión inofensiva», destaca RT en español.
La afirmación no es gratuita porque, pese a los anuncios del mandatario de ampliar el proteccionismo, cuestión que no le simpatiza a la élite neoliberal, la verdad es que «ha sido un año exitoso» para los magnates, admite Sami Sagol, uno de los asistentes a la cumbre en los alpes suizos.
Trump, quien llegó el jueves a Davos, tiene previsto ofrecer su discurso este viernes y el club de empresarios no espera demasiadas sorpresas.
«Sabemos lo que va a decir», alegó con cierto desdén Steven Pinker, un psicólogo y autor de ‘best-sellers’ egresado de Harvard.
El presidente estadounidense adelantó que su mensaje será «de paz y de prosperidad» y que tenía el propósito de contarle al mundo lo «formidable» que es EE.UU.
Por lo pronto, cenó con los dueños de transnacionales mundiales y les recordó los jugosos beneficios que han obtenido sus empresas con las rebajas de impuestos decretadas por su gobierno, una actitud que ha sido calificada de «cortejo» por el Washington Times.
¿La respuesta? El compromiso de esas firmas de invertir al menos 20.000 millones de dólares en territorio norteamericano.
Según Time, el grupúsculo de privilegiados defensores del libre comercio, la globalización y la homogeneización mundial, ha encontrado una manera de adaptarse sin demasiados traumas a la era Trump y, en vez de enfrentarlo, «ha buscado cooptarlo». Si no puedes con él, únetele: el ‘hombre Davos’ goza de buena salud.