Nuevamente un escándalo de pedofilia conmueve a la sociedad estadounidense. Se trata de un nuevo caso de abuso sexual infantil que involucra a 71 sacerdotes y a otros miembros del clero, pertenecientes a la Diócesis de la Iglesia Católica de Harrisburg, Pensilvania.
En una conferencia de prensa, en la que se detallaron las medidas adoptadas por la Iglesia, el obispo de Harrisburg, Ronald Gainer, ofreció sus disculpas a las víctimas, a los fieles católicos y a la comunidad, además de manifestar “su profunda pena”. Responsabilizó a los obispos que dirigieron la Diócesis los últimos 70 años, al tiempo que anunció que retirarán sus nombres de todas sus instalaciones tales como escuelas y otras instituciones.
Con este pronunciamiento, la Diócesis de Harrisburg se convirtió en la segunda de seis que, siendo investigadas por el Estado federal, hacen algún anuncio previo a la difusión del informe de un jurado investigador sobre abuso sexual clerical, a diferencia de casos anteriores, donde en todo momento la Iglesia trató de encubrir los hechos mediante presión, soborno y amenazas.
La lista de Harrisburg incluye 37 sacerdotes, tres diáconos y seis seminaristas de la diócesis, nueve clérigos de otras diócesis y 16 miembros de comunidades religiosas. Gainer afirmó que la conducta fue clasificada como indecente e inapropiada. La mayoría de las acusaciones datan de las décadas de 1970, 1980 y 1990, según la diócesis, muchos niños y niñas que hoy son adultos y sufren todo tipo de trastornos y traumas.
El abuso sexual infantil y las necesarias reformas
La pederastia y otros trastornos de la sexualidad en el seno de la Iglesia Católica vienen poniendo en cuestión la institución del celibato, así como los mecanismos de vigilancia y disciplina en el seno del clero. Razón por la cual, desde el Vaticano se vienen impulsando acciones para promover la denuncia y expulsión de aquellos miembros de la Iglesia que hayan incurrido en ese delito, superándose progresivamente la inefable práctica del encubrimiento y relocalización continua de sacerdotes y obispos que se vieron involucrados en hechos de pedofilia.