Una jueza federal estadounidense ordenó el ingreso del exjefe de campaña de Donald Trump a prisión preventiva. Se trata de Paul Manafort, a quien se le imputan nuevos delitos de obstrucción a la justicia, por «haber contactado con testigos de su causa, en el marco de la investigación de la trama rusa».
La funcionaria revocó el arresto domiciliario bajo el que Manafort se encontraba mientras se ejecutaban los juicios pendientes, ambos del año 2017: «uno en julio por fraude bancario y otro en septiembre por su trabajo de lobby no declarado».
Medios de ese país reseñan que “Manafort se entregó al FBI (Buró Federal de Investigaciones) en noviembre, junto a uno de sus socios, para responder por una docena de presuntos delitos destapados durante la investigación de la trama rusa«, que aborda la injerencia del Kremlin (Moscú) en las elecciones presidenciales de 2016, con el fin de favorecer a Trump.
El objetivo de la justicia norteamericana es «esclarecer si hubo alguna connivencia con el equipo del actual presidente de Estados Unidos en esta estratagema”.
Además, otros de los delitos que se le imputan son conspiración contra la Nación, ocultamiento de sus actividades y sus ingresos, y lavado de dinero. De momento, el presidente Trump salió en su defensa:
“Woh… ¡Qué sentencia más dura para Paul Manafort, que ha representado a Ronald Reagan, Bob Dole y muchos otros políticos importantes y campañas! No sabía que Manafort era el cabecilla de una mafia. ¿Qué hay de Comey [exjefe del FBI despedido por Trump], Hillary la corrupta y otros? ¡Muy injusto!”, escribió en su cuenta en Twitter el mandatario norteamericano, cuestionando la decisión de la jueza.
Emboscada a Hillary Clinton
Mediante una acusación formal, por parte del jurado federal del Distrito de Columbia (Washington), se subrayó expresamente que los acusados tenían «el objetivo estratégico de sembrar discordia en el sistema político de EE. UU., incluidas las elecciones presidenciales de 2016», y entre sus operaciones figuraron «apoyar al entonces candidato (republicano) Donald Trump y denigrar a la aspirante demócrata Hillary Clinton».
La trama rusa se ha convertido en un agujero negro para Trump. En junio de 2016, Donald Trump Jr, Jared Kushner y Paul Manafort sostuvieron una reunión con una abogada rusa, en la que el hijo mayor del Presidente reveló, en una cadena de correos electrónicos, que el objetivo de esos encuentros era recibir información para perjudicar a Hillary Clinton.
El primero de los correos es del 3 de junio de 2016, en él un empresario relacionado con el Kremlin, que había hecho negocios anteriormente con el actual Mandatario, le escribió diciendo que una abogada del Gobierno ruso podría pasarle información que “incriminaría a Hillary Clinton por sus negocios con Rusia y podría ser muy útil a tu padre”. El hijo mayor del Presidente contestó, literalmente: “si es como dices, me encanta, especialmente para después del verano”.