Un médico forense del condado de Fulton dictaminó que la muerte de Rayshard Brooks, un afroamericano desarmado de 27 años abatido a tiros por la Policía el pasado 12 de junio, cuando opuso resistencia durante su arresto, fue un homicidio.
La autopsia se llevó a cabo el pasado domingo, y reveló que la causa del fallecimiento fueron dos heridas de bala en la espalda, que «lesionaron los órganos y causaron una pérdida significativa de sangre«. Por su parte, el fiscal del distrito, Paul Howard, afirmó que su oficina espera anunciar una decisión sobre posibles cargos a los responsables del tiroteo mortal a mediados de esta semana, recogen medios locales.
Los hechos tuvieron lugar en las inmediaciones de un restaurante de la cadena de comida rápida Wendy’s en la ciudad de Atlanta (Georgia), cuando los agentes llegaron al establecimiento por informes de que un joven, presuntamente en estado de ebriedad, estaba durmiendo en el interior de un vehículo.
Desde la Policía aseguran que, tras dar positivo a la prueba de alcoholemia, trataron de detenerlo, pero este no colaboró y les arrebató una pistola táser. Luego Brooks escapó corriendo, pero los policías lo persiguieron y, tras dispararle varias veces, lograron abatirlo. El joven fue trasladado a un hospital, donde falleció poco después.
El incidente fue captado en video, y rápidamente se difundió en las redes. La muerte de Brooks provocó aún más manifestaciones a nivel nacional sobre el tratamiento de los afroamericanos por parte de la Policía. Asimismo, los manifestantes saquearon y luego incendiaron el citado restaurante.
Con información de RT
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