Más de 1.100 niños que habitan viviendas públicas en la ciudad de Nueva York dieron positivo en niveles altos de plomo desde 2012, según los nuevos números publicados por la ciudad.
Algunos de los menores dieron positivo más de una vez. Ahora, la Comisionada de Salud de la ciudad, Mary Bassett, dice estar “contenta” por nuevos estudios que indican una disminución del envenamiento con plomo de los infantes.
“Lamento el remolino de números y la confusión que generó ese remolino”, dijo Bassett sobre la previsión inicial de 820 casos de niños con altos niveles de plomo en la sangre. “Nuestro objetivo aquí es demostrar nuestro compromiso de ser transparentes con respecto a los datos”.
Hubo 77 casos de niños con resultados positivos de plomo entre enero y junio de este año, bajo los estándares de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés).
Cero investigación
El senador estatal Luis Sepúlveda anunció una legislación para aumentar las protecciones para los niños contra el envenenamiento por plomo, extendiendo las evaluaciones requeridas para los infantes en edades comprendidas entre los 6 y los 10 años de edad.
La fuente del plomo no está clara en muchos casos porque la ciudad nunca investigó. Cuando funcionarios de la ciudad comenzaron a reconocer que los niños habían sido envenenados en viviendas públicas, eventualmente, el hecho le costó su trabajo a la expresidenta del programa de viviendas públicas de Nueva York, Shola Olatoye.
Los programas de viviendas públicas están dirigidos a los sectores más vulnerables de la población.
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