Un recluso aprovechó una pelea entre bandas, para asfixiar a su compañero de celda, sacarle los ojos y quitarle una oreja, con la que se hizo un collar.
El hecho ocurrió la semana pasada en la Cárcel Correccional de Columbia, Florida, Estados Unidos, durante de una pelea entre bandas rivales, que aprovechó el hombre para asfixiar a su compañero.
Las autoridades informaron del crimen sin embargo se reservaron el nombre del asesino.
Según el diario, el hombre después de matar a su compañero, “porque estaba cansado de él y lo molestaba mucho”, le sacó los ojos y los guardó en una taza para comérselos más tarde.
Después de sacarle los ojos, envolvió a su víctima entre las sabanas del catre para que no se viera y comenzó a elaborar el collar con una oreja para guindárselo al cuello como un trofeo.
La noche transcurrió entre gritos y golpes de los reos y carceleros que apaciguaban la pelea. Al día siguiente, el hombre acudió al desayuno con su trofeo que enseñó a sus amigos.
Los carceleros notaron la falta del recluso y al investigar ubicaron el cuerpo. La víctima fue identificada como Larry Mark, de 58 años y estaba preso desde 1981 por quitarle la vida a un taxista a cambio de 35 dólares.
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