El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, condenó al Congreso de su país por haber aprobado una resolución que pondría fin a la participación de su país en la guerra en Yemen.
«Los senadores que votaron sí, dicen que quieren poner fin al bombardeo en Yemen y apoyar los derechos humanos. Pero realmente tenemos que pensar, ¿los derechos humanos de quién?», preguntó Pompeo.
The support of allied efforts in #Yemen is crucial to prevent Iran from extending its authoritarian rule from Tehran to the Mediterranean Sea and turning Yemen into a puppet state. pic.twitter.com/ShxHvBHecK
— Secretary Pompeo (@SecPompeo) March 15, 2019
Al mismo tiempo, aseveró que «si realmente les preocupan las vidas yemeníes apoyarían el esfuerzo liderado por Arabia Saudita para evitar que Yemen se convierta en un Estado títere de la corrupta y brutal República Islámica de Irán»
«La manera de aliviar el sufrimiento del pueblo yemení no es prolongar el conflicto al perjudicar a nuestros socios en la lucha, sino darle a la coalición liderada por Arabia Saudita el apoyo necesario para derrotar a los rebeldes respaldados por Irán y garantizar una paz justa», añadió el jefe de la diplomacia de EE.UU.
El secretario de Estado subrayó que la preservación de las vidas yemeníes debe ser equilibrada con la preservación de las vidas de los sauditas, que denuncian estar bajo amenaza por misiles hutíes y por un potencial dominio regional iraní, citó el portal RT.
Fuera del conflicto
El proyecto de ley plantea acabar con toda participación militar de Washington en el conflicto armado en Yemen.
Los senadores que aprobaron la resolución ante el Congreso, manifestaron que «las acciones militares de su país, contravienen los requisitos constitucionales» y dejaron claro que «no es el presidente, sino el Congreso quien tiene autoridad para decidir sobre la participación del país en cualquier guerra».
Desastres de la intervención en Yemen
La coalición liderada por Arabia Saudita ha utilizado hasta ahora el apoyo de Estados Unidos para matar a miles de yemeníes, además de aproximadamente 80.000 que han muerto de hambre y desnutrición.
Las fuerzas de la coalición, armadas, entrenadas y equipadas por Washington han bombardeado hospitales e infraestructura civil, dando como resultado una epidemia de cólera y condiciones que tanto Pompeo como la ONU han calificado como un desastre humanitario.
Al bloquear el único puerto a través del cual la ayuda ingresa al país, la coalición liderada por Arabia Saudita ha colocado a la mitad de la población yemení (14 millones de personas) que depende de la ayuda alimentaria para vivir en peligro inmediato de inanición.
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