Policía detona un proyecto escolar pensando que era un dron explosivo

Funcionarios policiales de la localidad estadounidense de Castro Valley, detonaron un misterioso artefacto pensando en que era una bomba, pero resultó ser un proyecto escolar.

El artefacto de poliestireno blanco apareció en una transitada calle de la localidad. Todo iba bien hasta que los policías se dieron cuenta que tenía cables visibles y una etiqueta que decía Danger (Peligro) en inglés.

Por esta razón decidieron llamar a los equipos expertos en explosivos y  evacuar la zona para volarlo con una explosión, cosa que finalmente hicieron.

La decisión de la policía de volar el objeto, fue ante la preocupación de que se tratara de un objeto o dron explosivo, como el que fue usado hace unos días para atentar contra la vida del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

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Sin embargo, al examinar los restos consiguieron otra etiqueta que decía “no abrir” ya que se trataba de un costoso medidor de ozono que usaban unos estudiantes del Instituto San José State.

El objeto detonado, que tiene un costo de cerca de mil dólares, era parte del proyecto de ciencias.

Una vez aclarada la duda, el sargento de la policía, Ray Kelly, confesó que desconocían el uso de este tipo de equipos para sus proyectos y sugirió que los etiquetaran mejor la próxima vez.

Los medidores de ozono son instrumentos de precisión usados para medir la cantidad de este compuesto en las capas altas de la atmósfera.

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Normalmente consisten en varios sensores de medición química y telemetría unidos a una pequeña bomba de Teflón que emite un pequeño zumbido y que fue la gota que colma el vaso de la peligrosidad para los expertos de la policía.

Normalmente, los medidores de ozono suben hasta una altura de 35 kilómetros con ayuda de un globo aerostático. A esa altura el globo explota y la caja con el medidor desciende a tierra con ayuda de un pequeño paracaídas.