Investigadores han determinado que el agente que disparó y mató a Ashli Babbitt durante el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero, no debería ser acusado de ningún delito, informan varios medios estadounidenses, citando fuentes policiales familiarizadas con el caso, destacó RT.
Por su parte, Mark Schamel, el abogado del policía —cuya identidad no ha sido revelada—, subrayó que su cliente recurrió a un «uso claro y apropiado de la fuerza», defendiendo a los congresistas de los manifestantes. «Creo que es su heroísmo y su contención lo que salvó vidas», citó NBC News las palabras de Schamel.
No obstante. la portavoz del Departamento de Policía Metropolitana enfatizó que la pesquisa todavía no ha terminado, así que «sería irresponsable hacer suposiciones sobre la investigación o sacar conclusiones» al respecto.
Anteriormente, el Departamento de Justicia anunció que la policía capitalina se encargaría de llevar a cabo una investigación sobre el uso del arma que hizo el agente, que fue suspendido tras lo ocurrido.
Aparte de Babbit, los disturbios desatados por los partidarios de Trump se cobraron la vida de 4 personas más, incluyendo a Brian Sicknick, un oficial de la Policía del Capitolio. Por este hecho han arrestado a 135 personas e identificado a 400 sospechosos de haber participado en el asalto.