El enviado Especial de Estados Unidos (EE.UU.) en Haití, Daniel Foote, emitió su renuncia ante el Departamento de Estado, alegando que su nación había ofrecido un “trato inhumano a los migrantes” haitianos.
En la misiva presentada, compartida por diversas plataformas informativas de EE.UU. el alto funcionario calificó la brutalidad en la deportación de miles de refugiados haitianos como decisión “inhumana y contraproducente de deportar”.
Tras las imágenes y videos difundidos de agentes a caballo persiguiendo a migrantes haitianos en la ciudad Del Río, en la frontera del estado de Texas con México, la carta dirigida al secretario de Estado, Antony Blinken, señala que “más refugiados alimentarán aún más la desesperación y el crimen”.
“El enfoque de nuestra política para Haití sigue siendo profundamente defectuoso, y mis recomendaciones han sido ignoradas y descartadas, cuando no modificadas para proyectar una narrativa distinta de la mía”, expresó el enviado estadounidense.
Aunque Daniel Foote en su narrativa indicó que “el pueblo de Haití, sumido en la pobreza, rehén del terror simplemente no puede soportar la infusión forzada de miles de emigrantes retornados que carecen de comida, cobijo y dinero sin que se produzca una tragedia humana adicional y evitable”, no expuso elementos de la permanencia militar de EE.UU. en territorio haitiano, de acuerdo a una nota publicada por Telesur.
Según analistas internacionales como Lautaro Rivara hoy se pude constatar en Haití 77 bandas armadas organizadas operando en el territorio nacional, y más de 500.000 armas de producción estadounidense circulando de forma ilegal en todo el territorio.
De igual manera el periodista consideró ante medios latinoamericanos que analizar la injerencia de los Estados Unidos es fundamental para comprender la coyuntura actual en la nación caribeña, y un hecho trascendental es el nombramiento del primer ministro haitiano Ariel Henry recomendado por el Core Group, donde coordinan representantes estadounidenses.
La renuncia del diplomático estadounidense sucede en medio de críticas a la administración del presidente de dicho país, Joe Biden, según relatan medios locales. Estos alegan la continuidad de la política de Donald Trump en referencia a la deportación de migrantes sin oportunidad de asilo, a pesar de que el actual mandatario se pronunciara por una reforma migratoria en su campaña política.
El Gobierno de EE.UU. designó al diplomático Daniel Foote como enviado especial para Haití el pasado 22 de julio de 2021 después del asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021.
Desde el 19 de septiembre se recrudecieron las deportaciones masivas de los más de miles de ciudadanos de Haití que acampaban en el río Grande que divide México de Estados Unidos.