El Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos (SASC) aprobó el proyecto de Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA) que prevé asignar al Pentágono más de 6.000 millones de dólares durante los años fiscales del 2021 y 2022, con el fin de contrarrestar el avance tecnológico y militar de China.
El texto completo del proyecto de ley no está disponible, ya que debe ser aprobado por el mismo Senado y compaginarse con una versión preparada por la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de EE.UU. Sin embargo, buena parte de su contenido ya se pudo conocer gracias a la prensa norteamericana.
El proyecto de ley muestra la preocupación de los políticos estadounidenses por el despliegue de la tecnología 5G por parte de las empresas tecnológicas chinas como Huawei y ZTE, por lo que hacen hincapié en la necesidad de que el Pentágono mejore sus propias capacidades 5G para poder estar a la par de la tecnología que sus competidores desarrollan, reseñó Sputnik.
Una vez que se apruebe la ley, el Pentágono deberá presentar al SASC un informe sobre el riesgo que presenta la tecnología china para el personal y el equipo del Departamento de Defensa de EE.UU., así como las operaciones realizadas en los países que son aliados de Washington. Además, este informe tendrá que proponer una serie de medidas que podría tomar el Pentágono para reducir ese riesgo.
Los miembros del SASC temeen que el Gobierno chino pueda crear una puerta trasera para hacerse con información sensible si Washington permite a Huawei desplegar las redes 5G en los países que mantienen relaciones sólidas e intercambian datos de inteligencia con EEUU. Acusaciones que Pekín ha negado en repetidas oportunidades.
Asimismo, el proyecto de ley también intenta bloquear la decisión del Comité Federal de Comunicaciones (FCC) de permitir a Ligado (un proveedor de comunicaciones satelitales) usar la banda L del espectro electromagnético para la próxima generación de tecnología inalámbrica, una respuesta potencial a los 5G de Huawei.
Esa decisión ha sido criticada por el Departamento de Defensa y varias otras agencias por supuestamente «poner en peligro los anchos de banda de GPS utilizados por los militares«, indicó La Gran Época.
Despliegue militar en la región Indo-Pacífica
El supuesto espionaje de Huawei a través de la red 5G no son las únicas preocupaciones respecto a China que aborda el documento. El proyecto de ley también alienta a la Fuerza Aérea de EE.UU. a desplegar sus cazas F-35A en la región Indo-Pacífica y priorizar la protección de las bases aéreas que podrían correr el peligro de sufrir ataques con misiles de crucero e hipersónicos desarrollados, sobre todo, por el gigante asiático.
Según el resumen del proyecto de ley, la NDAA para el año fiscal 21 establece la necesidad de «enviar una fuerte señal al Partido Comunista Chino de que Estados Unidos está profundamente comprometido con la defensa de nuestros intereses en el Indo-Pacífico”.
«La mejor manera de proteger la seguridad y la prosperidad de Estados Unidos en Asia es mantener un equilibrio creíble de su poderío militar, pero, después de años de escasa financiación, esta capacidad está en peligro», indica el resumen de la iniciativa.
Retraso en armas hipersónicas
El instrumento legal recoge las demandas de la Estrategia de Defensa Nacional frente al desarrollo tecnológico de grandes potencias como Rusia y China en materia de armas hipersónicas, que hace que el actual sistema desplegado por EE.UU. para detectar los ataques con misiles se quede obsoleto,ya que fue diseñado con el objetivo de contrarrestar misiles balísticos.
Para contrarrestar a esta amenaza, el Departamento de Defensa propone crear una constelación de satélites que se desplegarán en la órbita baja de la Tierra. Una vez que se detecte una amenaza hipersónica, este ejército de equipos espaciales la rastreará a medida que el arma sigue su trayectoria de vuelo.
«El Sensor Espacial de Seguimiento Hipersónico y Balístico, o HBTSS, formará parte de la nueva arquitectura espacial de defensa nacional. La Agencia de Desarrollo Espacial de EEUU ya está supervisando esta propuesta y planea comenzar a colocar sus primeros satélites en la órbita terrestre en el año fiscal del 2022″, señaló Sputnilk.
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