El más ambicioso de los proyectos de Donald Trump, es una realidad. El Congreso aprobó la creación de una Fuerza Espacial que se encargará de coordinar y supervisar la actividad militar de Estados Unidos en el espacio, una de las últimas fronteras para la rivalidad geopolítica y comercial.
Su puesta en marcha implicará la creación de una nueva rama del ejército, la primera desde que tomara cuerpo la Fuerza Aérea hace siete décadas.
Según Washington no pretende enviar tropas de combate al espacio por los momentos, y la actividad de esta sexta rama del Ejército se centrará en proteger los satélites de comunicación y navegación, pero hay pocas dudas de que contribuirá eventualmente a militarizar esa parte del cielo que no se ve.
“Por primera vez desde que el presidente Harry Truman creó la Fuerza Aérea hace 70 años, nace una nueva rama del servicio militar estadounidense”, dijo Trump al firmar la ley de Autorización de la Defensa Nacional, que incluye la creación de la Fuerza Espacial.
Incluye la financiación del Pentágono, pero también una larga lista de medidas sin relación con la Defensa insertadas en el paquete final por republicanos y demócratas, como una ley para pagar por primera vez bajas de maternidad a los funcionarios estadounidenses.
«La noche anterior estaba tan orgulloso de haber firmado el mayor proyecto de ley de [presupuesto para] Defensa jamás [firmado]. La Fuerza Espacial muy vital fue creada. Nuevos aviones, buques, misiles, cohetes y equipamiento de todo tipo y todo hecho aquí mismo, en EE.UU. Además, recibimos la financiación del muro fronterizo (se está construyendo). ¡Bien!», afirmó este sábado a través de su cuenta en Twitter.
“La Fuerza Espacial nos permitirá disuadir las agresiones y controlar el espacio exterior”, añadió el mandatario republicano.
La nueva rama del Ejército quedará bajo los auspicios de la Fuerza Aérea, aunque será una división separada, semejante a la relación que tienen los Marines con el Departamento de la Marina. Inicialmente estará integrada por 16.000 militares y civiles del Comando Espacial de la Fuerza Aérea, que dejará de existir.
La ley establece que estará dirigida por un general de cuatro estrellas, que asumirá el título de jefe de operaciones espaciales y pasará a formar parte de la Junta de Jefes del Estado Mayor en el plazo de un año. Como primer director de la Fuerza Espacial, Trump designó al general John Raymond, hasta ahora al mando de la Comandancia Espacial.
Se prevé que para 2020 esta fuerza cuente con un presupuesto de 40 millones de dólares y una plantilla de 200 personas.
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