El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha destituido al secretario para Asuntos de Veteranos, David Shulkin, tras las acusaciones de bajo rendimiento y mala administración, lo que se considera una movida más de mata, en su plan de reestructuración del gabinete para blindar su círculo de colaboradores .
«Me complace anunciar que tengo la intención de nominar al muy respetado almirante Ronny L. Jackson como el nuevo secretario de Asuntos de Veteranos», escribió el mandatario estadounidense en su cuenta de Twitter @realDonaldTrump.
El jefe de la Casa Blanca también anunció que Robert Wilkie, el subsecretario de Defensa para Personal y Preparación, se desempeñaría como el secretario interino para Asuntos de Veteranos hasta la confirmación de Jackson.
El mandatario agregó, en otro mensaje por la red social, que esta «agradecido por el servicio de David Shulkin a nuestro país y a nuestros grandes veteranos».
La vocería de la Casa Blancano proporcionó ninguna explicación de por qué Shulkin fue despedido. No obstante, de acuerdo con Fox News, los rumores sobre el futuro de Shulkin se habían hecho frecuentes en Washington, durante las últimas semanas, debido a unas investigaciones internas sobre supuestos abusos de gastos e informes de disensiones internas en el Departamento.
Shulkin sirvió en el Departamento para Asuntos de Veteranos desde 2015 hasta 2018, se trataba del único funcionario de la Administración Obama que siguió trabajando en el gabinete de Trump.
La destitución de Shulkin se suma al reciente terremoto en la Casa Blanca, cuando Rex Tillerson fue reemplazado de su cargo de secretario de Estado por Mike Pompeo, hasta entonces director de la CIA. El puesto de este último, por su parte, fue ocupado por la veterana agente Gina Haspel, conocida como ‘Gina la Sangrienta’ (Bloody Gina) por su participación en los programas de torturas de la agencia.
Además, el 22 de marzo el presidente también anunció en su cuenta de Twitter la destitución de su asesor de Seguridad Nacional, Herbert Raymond McMaster, que fue reemplazado por el exembajador de EE.UU. en la ONU, John Bolton.