El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pretende limitar las inversiones chinas en compañías estadounidenses y evitar la fuga de tecnología de sectores clave mediante la introducción de nuevas regulaciones. Sobre esto informa The Wall Street Journal citando a fuentes cercanas a las negociaciones respectivas.
En concreto, el Departamento del Tesoro planea prohibir que las empresas tanto públicas como privadas con al menos un 25% de participación china —o incluso con menos en casos concretos— adquieran compañías norteamericanas involucradas en la denominada ‘tecnología industrial significativa’.
Como complemento, el Consejo Nacional de Seguridad y el Departamento de Comercio de EE.UU. planean «mejorar» los controles de exportación con el fin de evitar que ese tipo de tecnologías abandone el país en dirección a China, señalan las fuentes.
Para este cometido, Trump planearía hacer uso del Acta de Poderes Económicos por Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés), una ley federal adoptada en 1977 que le autorizaría a regular el comercio tras declarar una emergencia nacional en respuesta a «cualquier amenaza inusual y extraordinaria a EE.UU. que tenga origen extranjero», reseña RT.
No obstante, de acuerdo con las fuentes, los representantes de la industria estadounidense tendrán la oportunidad de hacer sus comentarios antes de que las nuevas reglas entren en vigencia. Trascendió además que no se disolverán los contratos que empresas chinas ya hayan realizado, pero sí afectarían sus futuras inversiones en EE.UU.
Las nuevas regulaciones estarían destinadas a contrarrestar el ambicioso plan llamado ‘Hecho en China 2025’, mediante el que Pekín pretende colocarse a la vanguardia tecnológica en áreas como las innovaciones manufactureras, las tecnologías de la información y las tecnologías verdes. Se prevé que las exportaciones relacionadas con esos sectores sean particularmente vigiladas por las nuevas restricciones de Trump.